Al estar por llegar al reino, Vegetta era consciente de que si tanto su madre como cualquier otro habitante de Karmaland llegaba a reconocer a Foolish aquello terminaría muy mal, así que debía preparar un plan para evitarlo.
- Foolish, eres consciente de que en el reino la situación es un tanto complicada ¿no?
- Claro, no soy tonto.
- Bueno, entonces supongo estarás de acuerdo en que por ninguna circunstancia debes quitarte la capucha esa de tiburón y además debes cambiar de ropas para evitar que seas reconocido.
- Todo esto se podría evitar si me hubieses dejado ir a mi reino.
- Que no te iba a dejar morir. Además, te va a gustar.
- Si como no.
- Ya venga, ve por Bad y no te quites eso, llegaremos en breves.
- Lo hago porque quiero, no porque me lo digas.
Vegetta simplemente se quedó riendo ante el comentario de aquel joven príncipe, le parecía tan infantil aun pese a tener ya 21 años. Al llegar al puerto ordeno a la tripulación rodearlos y dejar que se vieran lo mínimo para que no los pudiesen reconocer, y por supuesto fueron recibidos por su madre.
- ¡Vegetta!
- No puede ser... ¡Madre! ¿Qué haces aquí?
- Vengo a recibir al ingrato de mi hijo que se fue y solo me dejó una carta diciendo que se iba a recorrer el mar en plena guerra.
- Bueno si te lo decía de frente no me ibas a dejar ir.
- En eso tienes razón, al menos fuiste consciente y te llevaste a Maximus y a Willy.
- Sabe que no dejarías ir solo a este pequeño mi señora.
- Venga que no es como que seas muy mayor.
- Pero si tengo que cuidarte todos los días.
- Y te quejas tú, yo pase toda la infancia con él -comentó Willy.
- Al parecer te quieren mucho hijo.
- ¿Verdad que sí? Bueno ya vámonos que quiero llegar al castillo a... descansar.
- Sube al carruaje entonces.
- Sabes mamá, creo que caminaremos, nos hace falta ver algo más que no sea el océano.
- Como gustes entonces, solo no tardes.
- Claro que no.
El carruaje de la reina avanzo dejando atrás al príncipe y toda su tripulación.
- Bueno chicos, pueden ir a sus casas, disfruten de sus familias, no sabemos en que momento podemos tener otro ataque.
La tripulación asintió y se disperso todos con rumbos diferentes dejando al descubierto a Foolish y su compañero.
- ¿Bueno y ahora que principito?
- No es como que tenga libre albedrío en un reino que no es el mío Vegetta.
- Les tengo dos opciones, vamos directo al castillo o... podemos recorrer el reino.
Foolish considero la segunda opción, pues llevaba bastante tiempo sin tocar tierra y no ver más que mar en algunos largos años.
- Bueno, quizás hay tiempo de recorrer el reino un poco, después de todo ¿Qué más podemos hacer?
- Bien, vamos, Willy, Maximus, ¿pueden llevar a Bad a su habitación?
- ¿Habitación?
- Si, consíganle una en el castillo, pero que mi madre no los vea.
- ¿Y como quieres que hagamos eso?
- ¿No son ustedes los más listos de Karmaland? Los veo luego.
Caminaron un poco y entonces Foolish habló.
- Pensé que iríamos todos a recorrer el pueblo.
- Bueno, necesitas un tiempo para despejarte también, además quiero pasar tiempo contigo para ponernos al día.
- Vaya, en mi vida pensé escuchar al príncipe Vegetta decir eso.
- No te emociones.
ESTÁS LEYENDO
Escrito en las estrellas|Fooligetta
Hayran KurguTu reino está en guerra, y tu verdadero amor es el príncipe del reino enemigo, nadie esta de acuerdo con ese amor, pero aún así lucharán por estar juntos, a pesar de las dificultades y personas que se quieran interponer. Todo el mundo pensó que era...