06 | Pasar tiempo contigo.

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Al estar por llegar al reino, Vegetta era consciente de que si tanto su madre como cualquier otro habitante de Karmaland llegaba a reconocer a Foolish aquello terminaría muy mal, así que debía preparar un plan para evitarlo.

- Foolish, eres consciente de que en el reino la situación es un tanto complicada ¿no?

- Claro, no soy tonto.

- Bueno, entonces supongo estarás de acuerdo en que por ninguna circunstancia debes quitarte la capucha esa de tiburón y además debes cambiar de ropas para evitar que seas reconocido.

- Todo esto se podría evitar si me hubieses dejado ir a mi reino.

- Que no te iba a dejar morir. Además, te va a gustar.

- Si como no.

- Ya venga, ve por Bad y no te quites eso, llegaremos en breves.

- Lo hago porque quiero, no porque me lo digas.

Vegetta simplemente se quedó riendo ante el comentario de aquel joven príncipe, le parecía tan infantil aun pese a tener ya 21 años. Al llegar al puerto ordeno a la tripulación rodearlos y dejar que se vieran lo mínimo para que no los pudiesen reconocer, y por supuesto fueron recibidos por su madre.

- ¡Vegetta!

- No puede ser... ¡Madre! ¿Qué haces aquí?

- Vengo a recibir al ingrato de mi hijo que se fue y solo me dejó una carta diciendo que se iba a recorrer el mar en plena guerra.

- Bueno si te lo decía de frente no me ibas a dejar ir.

- En eso tienes razón, al menos fuiste consciente y te llevaste a Maximus y a Willy.

- Sabe que no dejarías ir solo a este pequeño mi señora.

- Venga que no es como que seas muy mayor.

- Pero si tengo que cuidarte todos los días.

- Y te quejas tú, yo pase toda la infancia con él -comentó Willy.

- Al parecer te quieren mucho hijo.

- ¿Verdad que sí? Bueno ya vámonos que quiero llegar al castillo a... descansar.

- Sube al carruaje entonces.

- Sabes mamá, creo que caminaremos, nos hace falta ver algo más que no sea el océano.

- Como gustes entonces, solo no tardes.

- Claro que no.

El carruaje de la reina avanzo dejando atrás al príncipe y toda su tripulación.

- Bueno chicos, pueden ir a sus casas, disfruten de sus familias, no sabemos en que momento podemos tener otro ataque.

La tripulación asintió y se disperso todos con rumbos diferentes dejando al descubierto a Foolish y su compañero.

- ¿Bueno y ahora que principito?

- No es como que tenga libre albedrío en un reino que no es el mío Vegetta.

- Les tengo dos opciones, vamos directo al castillo o... podemos recorrer el reino.

Foolish considero la segunda opción, pues llevaba bastante tiempo sin tocar tierra y no ver más que mar en algunos largos años.

- Bueno, quizás hay tiempo de recorrer el reino un poco, después de todo ¿Qué más podemos hacer?

- Bien, vamos, Willy, Maximus, ¿pueden llevar a Bad a su habitación?

- ¿Habitación?

- Si, consíganle una en el castillo, pero que mi madre no los vea.

- ¿Y como quieres que hagamos eso?

- ¿No son ustedes los más listos de Karmaland? Los veo luego.

Caminaron un poco y entonces Foolish habló.

- Pensé que iríamos todos a recorrer el pueblo.

- Bueno, necesitas un tiempo para despejarte también, además quiero pasar tiempo contigo para ponernos al día.

- Vaya, en mi vida pensé escuchar al príncipe Vegetta decir eso.

- No te emociones. 

Escrito en las estrellas|FooligettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora