09 | Como olvidarlo.

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A la mañana siguiente Vegetta, tal y como se lo ordenó su madre fue a la reunión con los soldados para conocer a aquel que se había adentrado a sus territorios. Al entrar a la habitación lo anunciaron debidamente y todos hicieron reverencia.

- Entonces, ¿Quién fue el tonto que entro en nuestro territorio?

- Traigan al prisionero -ordenó el general.

- ¡Yo no he hecho nada!

- Calla, no grites joder.

- Su majestad, ¿Qué hacemos con él?

- ¿Revisaron que no tenga nada encima suyo?

- Si mi señor.

- Déjenlo en el pueblo entonces, pero que sepas que te tendremos vigilado, sáquenlo del castillo.

- Esta bien señor.

Vegetta regresó con su madre para comunicarle que había arreglado el asunto del chico, y al llegar la encontró mirando la corona de su padre.

- Madre, he arreglado lo del prisionero.

- Sabes Vegetta, me recuerdas demasiado a tu padre... la diferencia es que a ti te haré un gran rey, todo el mundo se arrodillara ante ti, y todos sabrán acerca del gran rey Vegetta. Nadie osara desafiar tu poder, porque temerán de él.

- Yo no quiero eso...

- No esta en tu decisión, así será, es lo mejor para el reino. Serás el rey que llevara su poder a otro nivel, actuaras con mente y corazón, se piadoso, pero a la vez muy cruel, jamás permitas que nadie te falte al respeto, no cometas los errores de tu padre.

- No te permito que hables de mi padre.

- Retírate.

- Si... reina Amalia -dijo Vegetta conteniendo su descontento.

- Cabeza en alto y que no vean tus debilidades príncipe, aquí se comen a los débiles. Sé fuerte, recuerda, no hay hombre más poderoso en la tierra que tú.

Vegetta salió de la habitación odiando como siempre aquella sed de poder de su madre, desde que su padre había muerto no pensaba en otra cosa que, en convertirlo en un rey temido y respetado, cosa que él no quería en lo absoluto.

Se dirigió directo a la habitación de Foolish y tocó tal y como la noche anterior.

- Pensé que ya no estarías aquí -le dijo con tono dulce que hacía bastante no utilizaba.

- Bueno, es difícil salir en un castillo que no es mío.

- ¿Te gustaría pasear a caballo conmigo?

- Claro, solo necesito avisarle a Bad.

- Te acompaño, es peligroso que andes solo por aquí.

Al llegar a la habitación de Bad este les abrió mientras comía un panecillo.

- Hasta que se dignan a venir a verme. Ya fui al pueblo y compré algunas cosas.

- ¿Saliste? ¡Maximus!

- ¿Qué pasa? -salió Maximus exaltado de su habitación.

- Eso te lo pregunto a ti, ¿Qué paso? Bad ya estuvo danzando por el pueblo sin supervisión.

- Ay no...

- Da igual -dijo Vegetta resignado.

- Foolish ¿puedo hablar contigo? -entró Foolish a la habitación y cerraron la puerta- debes tener mucho cuidado con Vegetta.

- ¿Con Vegetta?

- Mientras estuve en el pueblo escuché bastantes cosas de él, su pueblo teme su ira, no lo hagas enojar, estamos en su territorio, no sabemos de que es capaz. Además de que la mayoría de jóvenes quieren ser su pareja, ¿sabes que es considerado el más guapo?, bueno, su legitima pareja será además la persona más poderosa a su lado, cualquiera mataría por ello, no te metas en problemas.

- Descuida Bad. Iré con sumo cuidado, Vegetta y yo cabalgaremos por el pueblo hoy, más tarde te veo.

Salió de la habitación y junto con Vegetta se dirigieron a los establos para buscar sus caballos.

- Bueno, escoge el que gustes, menos este, este es mío.

- ¿Vicente?

- ¿Lo recuerdas? No pensé que lo hicieras.

- Siempre ha sido tu favorito, como olvidarlo.

Tomaron su caballo y cabalgaron por el pueblo, recibiendo como siempre reverencias y algunos regalos, se comenzaba a murmurar que el príncipe estaba cabalgando con un tipo que solo quería su corona, hasta que se encontraron con alguien.

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Lamento la tardanza pero espero hayan disfrutado este pequeño maratón en forma de disculpas. ♡
Espero de corazón que les este gustando la historia, nos vemos mañana. ♡

Escrito en las estrellas|FooligettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora