22 | Prisionero de tus ojos

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Vegetta escuchó pasos detrás suyo por lo que volteo, vio a aquel chico que llevaba horas deseando ver.

- Foolish, ¿Qué haces afuera?

Foolish ni siquiera respondió aquella pregunta, simplemente corrió con los brazos extendidos a abrazar a aquel príncipe que deseaba tanto ver, aunque ni siquiera él sabía la razón de esto.

- Te estuve buscando por todo el palacio -dijo Foolish- ¿Cómo puedes dejarme?

- No quise hacerlo, fui a buscarte por la mañana, pero al parecer seguías dormido, había preparado un desayuno para ti.

- Y al no encontrarme decidiste compartirlo con Alexis -contestó Foolish con algunas lágrimas queriendo salir.

- No, no llores, no me gusta ver tus ojos con lágrimas -dijo Vegetta. 

- Tal parece que solo así te importo.

- Eres lo más importante para mí, no digas eso.

- Eso no parece cuando estas con Alexis.

- Me siento obligado a hacerlo sabes.

- Si tan solo terminases con todo esto.

- Dame tiempo, ya pronto terminará.

Mientras conversaban aquellos jóvenes seguían abrazados, ese abrazo que ambos necesitaban, encajaban tan bien que no querían que terminase nunca, pero al parecer había alguien observándolos, Quackity había visto aquella escena de principio a fin, haciendo que aquellas ilusiones que tenia se desvanecieran un poco, pues jamás había visto como se comportaba Vegetta con Foolish, ni la mirada que aparecía en sus ojos cada vez que veía su rostro, parecía de amor a su parecer, una mirada que creyó le había regalado a él la noche anterior, pero ahora dudaba de ello al compararla con la que ahora observaba a la lejanía.

Volviendo con los príncipes, Vegetta sabía que debía decir algo si quería hacerle saber a Foolish de su amor y de que los sentimientos que tenia por él eran auténticos.

- Sabes Foolish, hace años jamás hubiese imaginado que tú serias de quien hoy en día estuviese enamorado, me negaba tanto a esa idea, quizás por sentirme obligado a que pasara, que simple y sencillamente nunca noté que de manera tan natural ibas ganándote mi cariño y mi corazón poco a poco, me enamoré y fue de ti, si solo supieras ahora cuanto te amo Foolish, mi paciencia fue recompensada, por años me preguntaron la razón para ocasionalmente ir a navegar los mares en guerra, ahora sé la razón, siempre esperaba encontrarte y por cosas del destino un día te encontré, te veías tan indefenso, y sin siquiera saber que eras tú sentí la necesidad de protegerte.

- ¿En serio?

- Si, fue bastante extraño para mí. Desde el día que te volví a encontrar me volví prisionero de tus ojos, ahora no verlos se me haría imposible.

- Vegetta, lo que me dices es bastante lindo... pero no puedo creerte del todo, debido a lo que pasó ayer y hoy, no lo sé, dudo que ahora yo sea el único que este en tu corazón.

- Pero Foolish...

- ¡Vegetta! Te estuve buscando -dijo la reina saliendo al jardín- ¿Qué haces abrazando a Noah?

- Se sentía mal madre, es todo.

- Bien, que sepas que el día de mañana tienes que ir al pueblo, podrás llevarte a alguno de tus prospectos a pareja, el motivo de la visita será para ver que necesitan los aldeanos, daremos algunas ayudas al pueblo, debido a que esta mañana recibimos un ataque de la Isla Quesadilla, además, un pobre chico salió lastimado de ese ataque, al parecer estaba en el puerto bastante temprano y termino afectado por los cañones enemigos, necesitó que lo busques y compruebes el estado en el que está, si murió ofrece ayuda a su familia para que tenga un funeral digno ¿entendiste?

Escrito en las estrellas|FooligettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora