25 | No te le acerques

206 28 8
                                    

Llegaron todos a la enfermería y por supuesto Vegetta entró de primero seguido de Foolish, Willy y Roier, Cellbit y Maximus se quedaron fuera para cuidar el lugar.

- ¡Atención! ¡el príncipe Vegetta! -gritó Willy para alertar a la gente del lugar y que pudiesen hacer reverencia ante él.

- Mi señor -habló el médico del lugar algo nervioso ante la presencia de Vegetta- ¿a qué debemos su visita?

- Estoy aquí para ver al chico que resultó herido en el ataque de ayer por la mañana.

- Permítame guiarlo a él mi señor.

- Adelante.

Dijo Vegetta dando autorización y siguiendo al medico a una de las habitaciones del lugar, en la cama de la habitación descansaba un chico, al verlo Foolish se puso algo pálido, era aquel chico que había conocido en el puerto aquella noche.

- ¿Cuál es tu nombre? -preguntó Vegetta antes de acercarse al chico.

- Mi nombre es Osvaldo señor -contestó el Mariana con la cabeza baja evitando mirar de frente a Vegetta.

- Bien Osvaldo, dime, ¿Qué hacías en el puerto esa mañana?

- Me encontraba pescando.

- ¿Tan temprano?

- Es la mejor hora para pescar mi señor, sin disturbios.

- Entiendo, cuéntame ¿Qué paso esa mañana?

- Me encontraba recogiendo mis cosas para regresar a mi hogar a descansar cuando de pronto escuché una explosión, al voltear hacia atrás vi una bala de cañón viniendo hacía el puerto, solo pude correr un poco, pero el impacto me alcanzó y me lanzó unos metros lastimando mi pierna.

- El pobre chico resulto con algunos huesos rotos -comentó el médico recibiendo una mirada de Vegetta ya que no estaba hablando con él.

- Si, en cuanto caí al suelo sentí un inmenso dolor y como pude seguí corriendo, cuando encontré a un amable chico y me ayudó a llegar hasta aquí, perdone mi osadía, pero espero pueda ayudarlo a él, al parecer los impactos destrozaron su restaurante, parecía bastante triste.

Vegetta dirigió su mirada hacia Roier el cual estaba mirando a aquel chico ya que lo reconocía, había sido a quien salvó la mañana anterior.

- ¿Él es el chico del que me hablaste Roier?

- Si, es él.

- Bien, ¿tienes familia?

- No señor... soy proveniente de un pueblo vecino, quedé huérfano a temprana edad y vine a vivir aquí para ganarme la vida con la pesca.

- Ya veo, la fractura, ¿es un impedimento para pescar?

- Con un buen banco no lo será señor.

- Bien, te propondré algo, en cuanto puedas salir de aquí, te espero en el palacio, lleva algo de tu pesca, puede que te contraté como mi proveedor de pescado, buena pesca es algo que no tenemos, ¿cierto Noah? Necesitamos una buena cena ya.

- Estoy de acuerdo.

Al escuchar el nombre de Noah, Mariana levantó un poco la vista y vio a aquel chico que había conocido dos días atrás, Foolish notó que lo estaba observando por lo que solo pudo hacerle un gesto para que no dijera nada, pero Willy observó aquel comportamiento el cual le parecía algo extraño.

- Pues bien, los gastos de su tratamiento y curación correrán por parte del palacio.

- Mil gracias, señor -dijo Mariana.

- Que te recuperes Osvaldo, te espero en el palacio.

Dijo Vegetta para salir de la habitación, Roier y Foolish lo siguieron y salieron detrás suyo, pero Willy se quedó con Mariana pues quería preguntarle algo.

- ¿Acaso conoces a Noah? -preguntó de forma seria Willy al chico.

- ¿Eh? -contesto confundido Mariana.

- Si, ¿conoces a Noah?

El Mariana solo pudo recordar aquel gesto de Noah, por lo que asumió que en realidad no debía contar aquel encuentro en el puerto.

- No, pensé que era alguien que conocía, pero no, solo es algo parecido.

- Ya veo, te aconsejo que no te le acerques, él es el prometido del príncipe, así que no es conveniente que intentes nada.

Dicho esto, Willy salió de aquella habitación para volver a integrarse con los demás. 

Escrito en las estrellas|FooligettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora