Aquel chico que se había cruzado en el camino de los príncipes portaba un gorro el cual cubría parte de su cabeza, hizo reverencia ante el príncipe, el cual con un gesto de desagrado decidió hablar.
- ¿Qué haces aquí? Pensé que después de liberarte por la mañana huirías del reino.
- Mi señor, no tengo a donde ir.
- ¿Y qué quieres que haga?
- Me gustaría pedirle ayuda, para sobrevivir por un tiempo al menos.
- ¿Cuál es tu nombre?
- Mi nombre es Rubén.
- Rubén, bien, te espero por la noche en el castillo, veremos en que puedes ser útil.
- Gracias señor.
- Ahora vete, quiero estar tranquilo -aquel chico obedeció y se alejó de los príncipes.
- ¿En verdad ayudaras a ese chico?
- Si algo me enseño mi padre Foolish, es jamás dejar a su suerte a alguien que pide tu ayuda.
Narra Foolish:
Vegetta no deja de sorprenderme, siempre lo creí egoísta y egocéntrico, pero no era para nada así, a pesar de que eso quisiese hacer ver, conmigo parecía ser... diferente.
- Bueno, ¿Qué te parece ir a comer juntos? -me dijo con una gran sonrisa.
- Me encantaría.
Juntos llegamos a un pequeño lugar en el cual había algunas pocas mesitas de las cuales muy pocas estaban ocupadas
- Hombre Vegetta, cuanto tiempo -comentó un chico el cual venia directamente hacia nosotros con una charola en sus manos.
- Roier, ¿Cómo estás?
- Bastante bien, ¿vienes a comer?
- Así es, pero esta vez traigo compañía.
- Oh, mucho gusto joven...
- Foolish -dijo Vegetta antes de yo poder decir algo.
- Pero Vegetta.
- Descuida Foolish, Roier es alguien de mi extrema confianza -dijo con una sonrisa.
- Claro, soy una tumba. Pasen, les daré una mesa.
Al entrar todos los presentes se levantaron e hicieron reverencia ante Vegetta, él les ordenó sentarse y estos obedecieron, decidimos ordenar y realmente me sorprendió que Vegetta aun recordara los platillos que me gustaban desde niño, nos trajeron nuestro pedido y comenzamos a comer.
- Entonces Foolish, ¿has pasado casi siete años en alta mar?
- Así es, créeme cuando te digo que esta es mi primera comida buena en años.
- Espero recordar bien tus favoritas.
- Las recuerdas más que bien Vegetta.
- Me alegro, quiero darte una buena estancia mientras estes aquí, espero podamos arreglar este conflicto pronto... siento que hayas tenido que pasar por tantas desgracias por culpa de mi madre...
- No fue tu culpa a fin de cuentas ¿no es así?
- Así es, pero no dejo de sentirme culpable.
Hablamos de temas bastantes variados mientras terminábamos de comer, al terminar aun nos quedamos más tiempo sentados platicando, en un momento dado se unió Roier a nuestra conversación por lo que pude conocerle un poco más y concorde con la opinión de Vegetta de que era una persona totalmente de fiar.
Ya al anochecer tuvimos que regresar al castillo y ya en la entrada estaba aquel chico al que Vegetta había citado.
- Mi señor, estoy aquí tal y como me lo ordeno.
- Que puntual eres.
- No puedo hacer esperar a su majestad.
- Bien, sígueme, ¿nos acompañas Foolish?
- Claro, ¿Por qué no?
Narrador:
Rubén y Foolish siguieron a Vegetta hasta el campo de entrenamiento del castillo, ahí este le realizaría algunas pruebas para saber si era digno del puesto que le tenía pensado ya.
- Bien, toma -le dio una espada a Rubén- ahora muéstrame que tienes.
Vegetta tuvo una breve sesión de combate con espadas contra Rubén, el cual le dio batalla, pero por mala suerte perdió contra el príncipe, terminando este el combate con la espada al cuello de Rubén mientras este estaba en el suelo, mientras esto sucedía Foolish no dejaba de observar a Vegetta, le parecía de lo más atractivo.
- Bueno, has dado un buen combate.
- Lamento tanto no dar el resultado requerido mi señor -dijo Rubén hincándose.
- Hey, tranquilo. No podrías ganarme igual, llevo toda mi vida entrenando con los mejores, solo quería ver que tan capaz eras de seguirme el paso. Estas contratado, solo una ultima cosa, ¿puedo confiar en ti?
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Escrito en las estrellas|Fooligetta
FanfictionTu reino está en guerra, y tu verdadero amor es el príncipe del reino enemigo, nadie esta de acuerdo con ese amor, pero aún así lucharán por estar juntos, a pesar de las dificultades y personas que se quieran interponer. Todo el mundo pensó que era...