Un día por la mañana la reina Amalia llamo a Vegetta porque deseaba hablar con él, el joven antes de asistir al llamado decidió visitar al príncipe con el cual había compartido la mayor parte de su infancia.
- Foolish, ¿Cómo dormiste? ¿pudiste descansar?
- Vegetta, hola, pues un poco, fue... difícil.
- Sigues pensando en tu reino ¿cierto?
- Cada día desde que Rubius me contó aquello.
- Foolish...
- ¿Sí?
- ¿Tú sigues... estando en contra de aquel matrimonio?
- ¿el que nos impusieron nuestros padres? -Vegetta asintió- bueno, por muchos años odie con toda mi alma esa decisión, pero ahora, es como si esos pensamientos hubiesen desaparecido.
- ¿En verdad? -dijo Vegetta con una hermosa y cálida sonrisa- ¿crees que sería pertinente seguir con ello?
- No creo que podamos hacerlo Vegetta, tu madre...
- Ella no debe importarnos, yo... Foolish, tú eres todo lo que yo buscaba.
- ¿En verdad?
- Créeme que sí, hare todo lo que este en mi poder para que estemos juntos, y si mi madre no lo entiende ya podrá quedarse con su estúpido reino.
- Oh Vegetta... -tocaron la puerta llamando al príncipe para avisar que la reina lo esperaba.
- Regreso más tarde ¿sí? Piensa en lo que te dije y... no te sientas presionado, de igual manera yo buscare la forma de detener esta guerra, por ti.
Vegetta partió rumbo a los aposentos de la reina tal y como había ordenado y procedió a entrar.
- Hijo, aquí estas.
- ¿Para qué me necesitas madre?
- Escucha, sé que la guerra no te gusta, pero necesito tu opinión sobre esto. Mira el mapa -Vegetta se acercó dudoso- esta es la Isla Quesadilla, esta parte, la zona sur, no ha sido atacada antes, no ha sido posible llegar hasta ella, esta ocasión nuestra flota pasara por ahí, hasta llegar aquí -dijo al señalar un punto céntrico en el mapa- aquí será el campo de batalla.
- Si haces eso, la muerte estará a tu paso. Las batallas y la muerte... morirá gente inocente, familias enteras destrozadas.
- No ganaremos la guerra si piensas así, saca de tu cabeza esos pensamientos, Ve por tu pueblo por una vez en la vida. Al fin y al cabo, yo no invente la guerra, el hombre va a la guerra para sobrevivir y ser el más fuerte de todos. Alzaras tu estandarte por encima del de cualquier otro rey.
- Yo no necesito eso.
- Eso no lo decides tú. Por cierto, el día de mañana, vendrán algunos... prospectos.
- ¿Prospectos?
- Entre ellos deberás elegir pareja.
- ¡Pero madre!
- No te lo estoy preguntando Vegetta, así pasara lo quieras o no, debes agradecer que te estoy dando la opción de escogerlo y no te lo impongo... ya vi que eso no resulta para nada bien, tendrás oportunidad de postular a un candidato, del pueblo puede ser, aunque dudo mucho que gane. Por cierto, hay un nuevo guardia, Maximus te lo presentara en unos minutos, espero puedas darle un buen uso, no sabemos en que momento puede haber un atentado hacia ti ya que te la has pasado danzando por el pueblo solo.
Narra Vegetta:
Salí de aquella habitación furioso, ¿prospectos? ¿acaso se creía que mi amor era un concurso barato? Al menos podría nominar a alguien, debía decírselo a Foolish inmediatamente.
- ¿¡Acaso enloqueciste?! ¿Cómo voy a entrar YO a esos juegos baratos de tu madre?
- Foolish... sé como te sientes al respecto, pero compréndeme, a mí me están tomando cual trofeo... y créeme cuando te digo que no quiero a nadie más en el trono a mi lado, más que a ti.
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Escrito en las estrellas|Fooligetta
FanfictionTu reino está en guerra, y tu verdadero amor es el príncipe del reino enemigo, nadie esta de acuerdo con ese amor, pero aún así lucharán por estar juntos, a pesar de las dificultades y personas que se quieran interponer. Todo el mundo pensó que era...