Escrito en las estrellas|Fooligetta

11 | ¿Conoces el reino de la Isla Quesadilla?

- Por supuesto que puede confiar en mí, le juro mi lealtad eterna.

- Bien entonces Rubén, a partir de ahora serás el guardia real, estarás al cuidado personal de Foolish, confió en ti para que lo protejas, de lo contrario... yo mismo me encargaré de hacer que pagues por ello -dijo en tono amenazante a lo cual el ahora guardia solo pudo asentir y tragar saliva- bien, vamos a tu nueva habitación.

Esto ultimo lo dijo con una sonrisa alegre que ahora costaba creer que segundos antes se había visto tan amenazante con aquel chico, los tres avanzaron por los pasillos con sumo cuidado de no toparse con la reina, Vegetta le buscó la habitación más cercana a la de Foolish para que Rubén pudiese protegerlo.

- Bien, aquí dormirás, solo recuerda que deberás estar siempre alerta de cualquier cosa que le pueda suceder y necesitar Foolish, por cierto, nadie puede saber que eres su guardia, ni que el se esta quedando aquí, si llegan a preguntar diles que estas trabajando para mí, ¿entendido?

- Entendido.

- Bien, Foolish, si necesitas algo pídeselo a Rubén, y Rubén si no sabes cómo llegar o conseguir algo que Foolish te pida, yo estoy a dos habitaciones de aquí ¿ok? De igual manera, mañana te presentare a Maximus, es mi consejero, también podrá ayudarte en caso de que te pierdas. Ah y ultima cosa, si encuentras a mi madre, que posiblemente suceda, no le digas absolutamente nada de Foolish, de lo contrario, te demostrare porque todo el reino me teme.

- No se preocupe señor, lo he entendido.

- Bueno, Foolish -dijo ya en un tono alegre- mañana espero poder pasar tiempo contigo, igual si quieres hacer cualquier otra cosa dímelo, eres libre de hacer cuanto quieras ¿te acompaño a tu habitación?

- Gracias Vegetta, creo me quedare con Rubén, después de todo si me cuidara debo conocerlo ¿no crees?

- Buen punto, bueno, ten cuidado al salir, procura no ser visto, te lo encargo Rubén -dicho esto salió de la habitación dejando al príncipe y su nuevo asistente.

- Bueno Rubén, dime ¿Cómo llegaste hasta aquí?

- Mi señor...

- Llámame Foolish, no te preocupes -Rubén sonrió ante aquel comentario.

- Mis amigos me llamaban Rubius, puedes hacerlo también si gustas.

- Perfecto Rubius, entonces cuéntame, te escucho.

- Bueno, mi pueblo pereció a manos del reino de la Isla Quesadilla.

- ¿La Isla... Quesadilla?

- Si, buscaban soldados y esclavos, todo aquello que pudiese ayudar a derrotar al reino de Karmaland.

- ¿Te capturaron como soldado?

- No, fui capturado como esclavo, pero logré escapar en un barco salvavidas, llegué hasta aquí, pensé en pedir ayuda, pero me capturaron los soldados porque tenía puestas ropas del reino de la Isla Quesadilla.

- No entiendo, ¿Por qué te tomaron como esclavo? Eres bastante bueno peleando.

- Bueno, ahí no es bien visto desobedecer ordenes ya. Y bueno, me resistía a la idea de obedecer a un rey que no tuviese en cuenta a sus súbditos.

- Tan mal esta yendo por allá.

- Así es, ¿conoces el reino de la Isla Quesadilla?

- Un poco...

Narra Foolish:

A quien intentaba engañar era mi reino, lo conocía mejor que nadie, o al menos eso creía, han pasado años sin ver a mi padre, a mi gente, desearía verlos, pero no se si sea buena idea. Todo ha cambiado, por ahora estoy mejor aquí, junto con Vegetta, solo espero su madre no me descubra en algún momento, porque podría ser mi fin.

Narra Vegetta:

Pasaron varios días desde que contraté a aquel chico para proteger a Foolish, ha hecho un gran trabajo salvándolo de los posibles encuentros con mi madre, no sé realmente como reaccionaria si lo viese, no sé si lo reconocerá, pero no es algo a lo que quiera arriesgarme. Cada día que he pasado con él me hace no creer que por tantos años lo odie, quizás solo era el no querer aceptar que él era todo lo que un día desee.