24 | ¿Por qué hacen esto?

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Los príncipes continuaron su camino hacia el pueblo para desayunar antes de sus actividades, por su camino vieron casas en ruinas, algunas solo un poco afectadas, pero su destino era llegar al restaurante de Roier como de costumbre. Pero en cuanto llegaron encontraron el lugar destruido, ese lugar que tanto trabajo le había costado al chico.

- No, no, no, ¿Por qué? -comenzó a decir Vegetta bastante preocupado y enojado- le ha costado tanto esto... malditos.

Foolish y los demás no sabían que decir o que hacer ante aquella escena, era algo bastante triste, a pesar de que algunos no sabían el trabajo que a Roier le había costado aquel lugar, era bastante triste ver aquel lugar que tantas risas y buenos recuerdos había causado en ellos en ruinas.

- Quédense aquí, iré a buscarlo -dijo Vegetta rompiendo aquel silencio.

- Te acompaño -dijo Foolish.

- No, quédense aquí dije -contestó cortante Vegetta.

Vegetta se adentró un poco en aquellas ruinas de todo el esfuerzo de Roier, comenzó a buscarlo sin éxito hasta que llegó a uno de los extremos donde pudo escuchar sollozos provenientes de un montón de escombros.

- ¡Roier! -dijo rodeando aquellos escombros- muchacho...

Ahí estaba, Roier abrazando sus rodillas con los brazos y en llanto, por obvias razones.

- Vegetta... -el príncipe lo abrazo pues sabía que se sentía fatal- ¿Por qué hacen esto? Tantos años... ahora solo son escombros.

- Tranquilo... lo resolveremos ¿sí?

- Ya no tiene sentido, trabaje tanto por ello... y ahora solo son piedras y ceniza.

- Cuéntame, ¿Qué paso?

- Ayer por la mañana... abrí como de costumbre, estaba en la cocina preparando algunos postres, de pronto escuché un gran estruendo, salí para ver que pasaba, entonces vi a un chico correr desde el puerto, parecía bastante mal herido, corrí a ayudarlo, cuando llegué a él y lo traía para ayudarlo, y entonces... -dijo con lagrimas a punto de salir- vi como comenzaban a disparar hacia acá -Roier no soportó más y rompió en llanto- vi con mis propios ojos como comenzaba a arder y derrumbarse... mi restaurante... mis sueños.

Vegetta lo abrazó, solo podía pensar en vengarse, pero sabia que los causantes provenían del reino de su amado, estaba entre la espada en la pared, lo único que sabía ahora es que debía ayudar a Roier.

- Roier, volveremos a levantar este lugar.

- Pero me tomara años nuevamente...

- No, yo te ayudaré.

- No aceptaré eso... no sería lo mismo.

- Entonces, ¿Qué tal si te doy trabajo?

- ¿Trabajo?

- Sí, en el palacio... necesitamos cocineros, además me encantaría tenerte ahí, eres de las personas que más confianza le tengo.

- Agradecería eso...

- Además, mientras estes trabajando tu restaurante se estará levantando para que el día que esté terminado puedas volver y seguir con tus sueños.

- Oh... mil gracias Vegetta.

- No me agradezcas, sabes que eres como mi hijo, iremos a visitar a la gente del pueblo ¿quieres venir?

- Bueno, no es como que pueda quedarme en casa ¿sabes?

- Perdona...

- Descuida, vamos -dijo Roier limpiando sus lágrimas.

Ambos jóvenes se levantaron y regresaron con los demás, todos estaban bastante preocupados parados al borde de aquellos escombros.

- Bien, vamos.

- Roier ¿estas bien? -preguntó Foolish.

- Si, no te preocupes, solo fueron... perdidas materiales.

- Oh...

- Roier trabajara en el castillo, Cellbit, te encargo que cuides del muchacho, no dejes que lo molesten, ayúdalo a integrarse.

- A la orden mi señor.

- Entonces, vamos que nos espera un largo día, sube muchacho.

Dijo Vegetta subiendo al caballo y extendiendo la mano a Roier para que subiese con él. Todos subieron igualmente a su caballo y partieron a comenzar sus deberes, al terminar de visitar a todos y cada uno de los pueblerinos, solamente faltaba visitar a uno, aquel que había sido gravemente herido en aquel ataque, para ello fueron rumbo a la enfermería del pueblo para encontrar a aquel chico. 

Escrito en las estrellas|FooligettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora