35 | Hasta nunca.

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Foolish salió de aquel palacio junto con Cellbit y BadBoy, en ocasiones volteaba hacia atrás recordando mil y un cosas que había pasado allí, no sabía que sería ahora de él, o de su amado, solo sabía que no quería permanecer lejos de él por mucho tiempo.

Al llegar al barco arreglaron algunas cosas, y de pronto apareció Rubius, al parecer llevaba consigo una bolsa y al ver a Foolish le saludó con una reverencia.

- ¿Que haces aquí? -habló Foolish.

- El príncipe Vegetta... me ha enviado para que le acompañe príncipe Foolish -dijo con la cabeza baja.

- Pero, eres consciente de que es peligroso ¿No?

- Así es, mi deber es cuidarlo y protegerlo, pero debemos irnos cuanto antes.

Foolish acepto aquello y ya todos en el barco, zarparon, ¿Su destino?, Isla Quesadilla, Foolish volvería después de tanto tiempo a su reino, a su hogar, aunque no sería tarea fácil, aún tenían que evadir los navíos tanto de Karmaland como de su propio reino.

Pasaron algunos días y Vegetta se encontraba en su habitación esperando noticias, una señal de que Foolish estuviese ya a salvo en su reino, de pronto tocaron la puerta y entonces entró Willy.

- Ya está a salvo Vegetta, al menos por el momento -estas palabras hicieron que Vegetta se relajara un poco de tanta tensión que sentía en ese momento.

- No sabes el gusto que me da eso... no sé que pasará ahora, simplemente quiero que Foolish este bien.

- ¿Tú... te irás con él?

- Quisiera hacerlo, pero no sé cómo lo tomará mi madre, el reino... Me necesita.

- Vegetta, por años te has preocupado por la seguridad del pueblo, has hecho todo lo que tu madre ha querido y deseado, ¿No crees que sea hora de comenzar a ver un poco por ti? -Vegetta volteó hacia Willy y se quedó razonando aquello un momento- te has preocupado demasiado por ser perfecto, que te olvidaste completamente de simplemente ser feliz.

- Quizás tengas razón, pero para ello debería... abandonar el reino, dudo que mi madre acepte algún día este matrimonio, mucho menos ahora en estás circunstancias.

- La decisión que tomes, créeme, tanto Roier, Maximus y yo, estaremos encantados de acompañarte.

- Venga -Vegetta abrazó a Willy por aquellas palabras- sabía que no me había equivocado al considerarte mi hermano, chaval.

Se separaron y Vegetta tomó un trozo de papel para comenzar a escribir, acto siguiente se quitó la corona la cual siempre había portado orgulloso y la miró por un momento, estaba decidido, la dejó sobre aquella nota y decidió hablar.

- Vamos por Maximus y Roier, nos largamos de este lugar.

Aquellos jóvenes se reunieron en el muelle dispuestos a zarpar hacia el reino de Foolish, esperaban llegar a salvo y poder continuar con sus vidas ahí, pero eran conscientes de que aquello desataría una gran guerra, por lo que debían llegar cuanto antes.

Mientras tanto en el palacio la reina se dirigía a la habitación de Vegetta, al tocar y no recibir respuesta decidió entrar, encontrando la nota y la corona del príncipe, la nota decía...

Querida Madre...

Cuando estés leyendo esto, posiblemente ya esté a algunos cuántos miles de kilómetros de este lugar. Solamente quiero que sepas que, a pesar de tener todos los lujos y riquezas, jamás fui feliz después de la muerte de papá, yo no quería nada de esto, solo quería que mi madre me apoyara y estuviera para mí, pero simplemente conseguí a una reina hambrienta de poder y venganza en contra de un reino que era completamente inocente.
Madre, no puedo pasar el resto de mi vida detrás de las paredes de este palacio que para mí no es más que una prisión, el día de hoy renuncio al trono, espero puedas encontrar a alguien apto para ser tu sucesor, quizás Alexis sea una buena opción.
Y por si te lo preguntas, Foolish, el príncipe de la Isla Quesadilla, es con quién me casé, Noah como lo conoces, aquel que tanto odiaste, es ahora mi esposo, y eso no cambiará, quiero estar con él a pesar de que tú no me apoyes. Hasta nunca, Madre.

Tu hijo, Vegetta.

Escrito en las estrellas|FooligettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora