03 | ¿No soy yo tu príncipe?

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En el reino de Karmaland un lastimado y confundido príncipe se encontraba velando a su recién fallecido padre, aun así, teniendo en mente un reino inocente sufriendo por algo que no sabía la razón.

- Vegetta, la isla quesadilla esta siendo atacada ahora mismo -comentó Maximus entrando a la habitación.

- Es que no lo entiendo, ¿Por qué están haciendo todo esto?

- ¿No te lo dijo tu madre? -negó el príncipe con la cabeza- el rey recibió un regalo proveniente de la isla quesadilla, eran unos bocadillos, el rey bastante feliz comenzó a comerlos hasta que de pronto comenzó a toser, todos pensaban que estaba ahogándose o algo así, pero resulta que esos bocadillos estaban... envenenados.

- ¿Qué dices? Pero no pudieron haber hecho eso, los reinos, estaban más unidos que nunca...

- Lo sé, nadie entiende la razón para ello, solo sabemos lo herida que esta tu madre y supongo tú también.

- Me duele, mi padre era un rey increíble, pero es mucha más mi confusión. Y se, que no puedo hacer nada para detenerlo, siento que es un error...

- ¿Por qué crees eso?

- Mira, por más que odiara pasar tiempo con ese príncipe, llegué a conocerlo, a él y a su padre, no son personas malas, jamás harían eso.

- Quizás eso fue lo que quisieron hacerte creer.

- No lo creo...

Entro a la habitación la reina Amalia con una sonrisa algo fingida, pero bastante satisfecha.

- La isla quesadilla esta siendo atacada ya, si todo va como ahora para esta misma noche estará completamente destrozada.

- ¿Por qué hiciste eso?

- ¿En serio me estas preguntando eso? No eres consciente de que fueron los que asesinaron a tu padre.

- ¿Qué te hace estar tan segura de ello? Ellos jamás nos enviaron regalos, los traían consigo en los veranos.

- ¿Crees que se arriesgarían a traerlos consigo y que sucediera esto? No haz hecho un gran trabajo criándolo Maximus.

- Lo ha hecho, y mucho mejor que tú. Pero ¿sabes qué?, no descansare hasta llegar al fondo de todo esto.

Dicho esto, el príncipe salió de aquella habitación dirigiéndose directamente hacia el primer ministro.

- Ministro, detenga el ataque a la isla quesadilla.

- Pero señor, su madre...

- No me importa lo que diga ella, ¿no soy yo tu príncipe?

- Si señor, pero si detenemos el ataque entonces ellos nos atacaran a nosotros.

- Entonces prepara las tropas para proteger el reino si no quieres perder la cabeza, no quiero que gente inocente sufra por algo que no esta claro.

- Enseguida príncipe.

Narra Vegetta:

De mi cabeza no podía salir aquellas ultimas palabras de mi padre... "No es lo que parece" ¿Qué quería decir con eso?

Necesito hacer algo, pero no dejaré sola a mi madre, el reino atacara el nuestro y debo estar para protegerla... pero no dejo de pensar en aquel príncipe, en su reino, en su padre.

Narrador:

Tal y como el ministro había advertido, posterior a detener aquel ataque, el reino de Karmaland fue atacado, pero a pesar de los cientos de tropas lograron defenderse y evitar la invasión.

La guerra continuo y continuo, el reino de Karmaland a pesar de ser más poderoso que la Isla Quesadilla siempre se detenía para no destruirla por completo, esto debido a las órdenes del príncipe que, a pesar de los años transcurridos, aun no lograba descifrar la frase que lo atormentaba, a pesar de investigar hasta el ultimo detalle no lograba entenderlo.

Antes de su cumpleaños número 25 decidió embarcarse en una aventura en el mar que dividía los territorios de Karmaland y la Isla Quesadilla, por supuesto no iría solo, lo acompañarían Willy y Maximus ya que temían que le sucediera algo, pues su madre no soportaría una perdida más.

Escrito en las estrellas|FooligettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora