CAPÍTULO 3

133 8 0
                                    

Kayla

— ¿Se puede saber cómo has entrado? — Le pregunté, no quise añadir ninguna palabrota porque estaba Cam delante y luego se lo diría a mamá.

— Por la puerta — Me dijo con burla.

Me levanté de la tumbona y camine hacia el, Cam seguía botando la pelota, cuando estuve frente a él, me miro de arriba a abajo y en ese momento me di cuenta de que solo llevaba un bañador.

— ¿Tienes llaves? — Le pregunté en bajo para que no nos oyera Cam.

— Tal vez si y tal vez no — Me dijo mirando a su alrededor.

— Deja de jugar conmigo, Nash, te lo advierto. — Pude notar que en mi voz había una pizca de amenaza, el dejo de mirar para todos lados y sus ojos se centraron en mi, el me miro un poco sorprendido, hasta yo estaba sorprendida.

— ¿O que? — Me dijo acercándose a mi — ¿Que harás? Dímelo no tengas miedo — Había bastante orgullo en su voz, pero yo no iba a retroceder, ni ahora, ni nunca, por lo menos con el.

— No te tengo miedo — Le dije con asco.

El me sonrió con esa sonrisa arrogante que ponía cuando pensaba que el había ganado, el no había ganado, todavía le quedaba mucho para ganar, de hecho nunca iba a ganar.

— Nash — Grito Cam cuando le vio y se acercó a nosotros — ¿Has venido para que te enseñe todo lo que he aprendido? — Le pregunto entusiasmado.

— Si, ahora voy — Dijo Nash, aunque lo último lo dijo mirándome.

Cam miro entre los dos, yo tenía los brazos cruzados y le miraba mal y el me seguía mirando con su sonrisa arrogante y con una mirada que no sabría descifrar muy bien lo que me quería decir.

— ¿Pasa algo? — Me pregunto Cam  tocandome la pierna con su dedo meñique, parecía preocupado, asique me incline hacia él y le bese en la parte posterior de su pequeña cabeza.

— No te preocupes, no pasa nada. — Le dijo con una sonrisa y yo le sonreí — Enséñale todo lo que has aprendido — Le dije y el se fue con nash a la canasta y le empezó a enseñar todo.

En ese momento aparecieron Lindy y Hailey en la puerta del jardín, asique así había entrado, claro, Lindy tenía nuestras llaves de casa, al igual que mi mamá de su casa.

Hailey cuando me vio vino a abrazarme y yo la abraze.

— ¿Que hacéis aquí? — Le pregunté a Lindy mientras cargaba a Hailey.

— Hemos venido a dejaros unas magdalenas — Me dijo con una sonrisa.

— Si y yo he ayudado — Me dijo Hailey emocionada.

— Sobre todo a comerse las pepitas de chocolate — Dijo Lindy con una sonrisa y le hizo cosquillas a Hailey en la barriga, cosa que hizo reír a Hailey.

— No hacia falta de verdad — Le dije mientras dejaba a Hailey en el suelo y ella se fue corriendo hacia Nash y Cam — Pero gracias igualmente — La sonreí.

— Ya sabes que a mí no me importa de hecho lo hago encantada — Me dijo Lindy con una sonrisa, ella era siempre tan amable, aunque últimamente se había estado encontrado algo mal, aunque ella decía que eran bajadas de tensión y mareos y que no nos debíamos preocupar y eso intentábamos hacer, no preocuparnos.

— ¿Que tal estás? — Le pregunté

— Ya os lo he dicho — Dijo en un tono cansado — Estoy bien — Esperaba que fuera verdad, de verdad que si.

— Solo nos preocupamos por ti — Le asegure — ¿Quieres un café? — Le pregunté.

— No, no te preocupes, solo habíamos venido para dejaros eso — A continuación llamo a Hailey y Nash vino detrás de ella — Tengo que llevarla a casa de Katie — Me explico y asentí.

Nuestra rivalidad perfecta Donde viven las historias. Descúbrelo ahora