CAPITULO 16

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Nash.

- Eres una mala hermana - Susurré en su oído, olía jodidamente bien, me encantaría quedarme alli toda mi vida ¿En que estaba pensando?¿En serio?¿Quedarme allí?q

Me aleje de su cuello pero solo para dirigirme a su cara, parecía asustada o sorprendida, no lo se muy bien, tenía los labios entreabiertos, eran gruesos, me imaginé lo que sería besarla o saborear sus labios unas de las dos cosas estaría bien.

Mierda no tenía que concentrarme en eso, si no se me iba a poner más dura de lo que ya lo tenia.

Aunque ella en ningún momento me alejo o me dijo nada, tenía una cosa segura. Me atraía mucho. Y eso no era bueno, primero porque Kayla no era como la demás chicas con las que estaba acostumbrado a relacionarme, ella no era fácil, no iba a abrirse las piernas solo porque yo se lo pidiera, como a la demás, de hecho sospechaba que era virgen pero no lo sabía con exactitud y segundo porque me odiaba.

Ella no bajo la mirada, yo sabía que queria hacerme ver que ya no estaba asustada como hace 3 años atrás, quería que me diera cuenta del desafío que había dentro de sus ojos, ella me lo mostraba, un brillo que me retaba a hacer algo que no le iba a gustar, pero que a mí me iba a encantar.

Me aleje de ella, simplemente no podía seguir tan pegado a ella si no quería hacer una locura, maldita niña, lo único que hacia era hacerme sentir algo que no había sentido nunca en mi vida, ¿Porque era tan complicado?

Cuando pareció recomponerse a si misma me habló, seguro había sido capaz de pasar su capa de hielo que solo tenía conmigo.

- ¿Que dices? - Me pregunto, ella se ocupo de intentar no mostrarme su titubeo.

- Lo que has oído - La dije para enfadarla - Olvidarte del partido de hoy, eso no ha estado bien - Le dijo como si la estuviera reprendiendo.

- A cualquiera le puede pasar - Dijo parecía vergonzosa, porque esta vez no me miraba si no que miraba al suelo.

Yo sonreí de lado, había conseguido apretar un botón dentro de su cabeza.

- Vale, pero se te olvido el de tu hermano.

- Bueno ya ¿No? - Me dijo enfadada y sonreí internamente.

- Yo solo te lo decía.

- Si, claro, tú siempre buscas alguna forma para hacerme sentir mal. - Se cruzó de brazos ¿Realmente quería hacerla sentir mal? Yo la odiaba, pero también odiaba verla mal.

- Piensa lo que te la gana. - Le dije enfado - ¿Te vas o te quieres quedar? - Le pregunté con sarcasmo.

- Obvio me voy - Me respondió cogió su bolso y salió de casa, vi por la ventana de la cocina como iba a su casa enfadada, vi también como abría la puerta de su casa y la cerraba de un portazo, me encanto que se enfadara.

Saque mi teléfono y escribí Liam para confirmarle que nuestro plan había funcionado.

Yo: Ella viene.

Liam: Te dije que el gilipollas ese iba a cancelar la fiesta cuando viera que le faltaba gente.

Liam me dijo que para hacer que Kayla viniera a la fiesta lo mejor es que Marc cancelará la fiesta y decidio que para este año había decidido dejar entrar a todo el mundo que viniera.

Aunque no se porque me daba que eso se iba a desmadrar y bastante, cuando mis padres decidieron irse a ver a mis abuelos, yo me negué, hace poco les vi, de hecho les vi el fin de semana pasado, además de que quería quedarme para la fiesta y le prometí a Cam que iría a su partido.

Liam: Tuviste suerte cabron, el plan funcionó.

Y tanto que funcionó.

El sábado no tardo en llegar, la semana paso muy rapido y más cuando me la pasaba mas en casa de Kayla, era muy divertido enfadarla y mas ver como se molesta con solo mi presencia, ya no se asustaba y eso me gustaba hacia más entretenido enfadarla.

Nuestra rivalidad perfecta Donde viven las historias. Descúbrelo ahora