CAPITULO 15

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Kayla

- Levanta, levanta, levántate - Oí a mi hermano cantar y saltando en la cama - Levanta, levanta, levantate. - Seguía cantando, ¿Ahora que demonios estaba pasando?

- ¿Que te pasa? - Le dije adormilada.

- Levántate - Protestó mientras bajaba de la cama y me sacudía el hombro - Vamos, Kayla, levántate.

- ¿Se puede saber qué pasa? - Pregunté enfadada

- ¿No te acuerdas que día es hoy? - Me pregunto triste.

- No, ¿Que pasa? - Pregunté asustada, esperaba que no fuera nada importante.

- Hoy es el partido antes de empezar las clases - Me di una bofetada mental ¿Como se me podía haber olvidado? Cam me recordaba casi todos los días una semana antes, además que todos los años hacían el partido para dar comienzo al año escolar.

- Perdón, se me había olvidado - Le dije, pero el ni siquiera me estaba mirando.

- Menos mal que Nash ha venido a desayunar hoy y que el me escucha, porque tú ni siquiera me haces caso cuando te hablo de baloncesto. - Salió de mi cuarto y suspiré ¿Cómo que ha venido? Ya estaba cansada y ni siquiera la mañana había empezado.

Me levanté de la cama y la hice, baje y no podía creer lo que estaba viendo, de verdad estaba aquí, en mi sitio sentado con mi padre hablando amigablemente y mi madre haciendo el desayuno y Cam estaba sentado al lado de él y parecía más feliz que nunca, me apoye en el marco de la puerta y miré a mi madre, pero el primero que se dio cuenta de que estaba alli, fue Nash, me miro de arriba a abajo y viceversa y luego me miro a los ojos, como si intentara buscar algo.

- Mira quién se ha levantado - Dijo mi madre y al instante la miré. - ¿Vas a desayunar?

- No. - Dije miré de nuevo a Nash.

- ¿Te quieres sentar? - Me pregunto, casi quise reírme ¿Ahora quería hacerse el bueno delante de mis padres no?

- No, gracias, da igual. - Y era verdad me daba igual.

- Por cierto, empezáis una semana después el instituto - Me dijo mi madre mientras seguía haciendo el desayuno.

- ¿Por? - Pregunté e intenté contener la emoción.

- Por lo visto una cañería de un baño ha explotado y se ha inundado medio pasillo, además de la sala de profesores - Dentro de mi cuerpo estaba bailando - Menuda suerte. - Dijo - ¿Quieres algo Nash? - Le pregunto mi madre.

- No, gracias. - Dijo con una sonrisa encantadora, pero yo sabía que detrás de esa sonrisa se escondía un demonio.

Ni graicis

Repetí en mi mente con una voz chillona, solo se hacía el amable y educado delante de los adultos, pero cuando no estaban, se metía en peleas ilegales.

- Además ¿Te ha contado Kyle que se han ido sus padres, Hailey y el a ver a sus abuelos? - Me contó mi madre sacándome de mis pensamientos y fruncí el ceño, no, no me había contado nada.

- No, no me ha contado nada.

- ¿Ah no? Pues se han ido, muy pronto, a ver a los padres de Lindy.

- Que raro que no te haya contado nada, con lo amigos que sois - Menciono Nash.

- Ya me lo dirá - Le contesté, se quedó mirándome y sonreí - ¿Y tu cómo es que no has ido? - Le pregunté y el me miro mal, aunque yo ya sabía porque no había ido, obviamente era por la fiesta, pero me gustaría saber que excusa iba a inventar.

Nuestra rivalidad perfecta Donde viven las historias. Descúbrelo ahora