CAPÍTULO 31

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Kayla

—¿Estás embarazada? —Le preguntó sin ningún tipo de tacto.

Mire a Keyla sorprendida y mire a Jane, parecía estar a punto de llorar y asintió con la cabeza, no me lo podía creer.

Fue como si me dijeras ahora mismo que vengo de una familia de extraterrestres, pues no me lo creo.

¿Realmente estaba embarazada?

No podía ser, Jane siempre era muy responsable con eso, nos abrazo a las dos y mire a Liam, también lucia triste, pero no parecía que iba a llorar, mas bien parecía preocupado y era normal, joder, que iban a tener un bebe a los 18 años.

—¿Estás segura? —Le pregunté.

—Si, hemos ido al ginecologo hoy —Me dijo cuando se separo de mi y me enseño la prueba de embarazo, Keyla se acerco a mi y la miro también.

Efectivamente, había dos rayas.

—¿Pero como pasó? —Pregunto Keyla, Jane la miro sorprendida y Liam esbozo una sonrisa —Me refiero a que ¿Como pasó? ¿No os odiabais? —Trato de corregirse.

—Bueno, mira a Nash y Kayla, se odiaban y ahora son novios —Dijo Liam —Lo único que ella no se ha quedado embarazada —Esta vez hablo más bajo pero aún así lo oi —Y pues con nosotros ha pasado algo parecido. —Se encogio de hombros.

—¿Que vais hacer? —Les pregunte a los dos.

—No lo sabemos todavía, en realidad
no quiero deshacerme de él —Miro a Liam.

—Yo tampoco quiero deshacerme de él, cielo, pero tenemos 18 años ¿Que vamos a hacer? Ni siquiera estamos en la universidad. —Dijo Liam y la abrazo por detrás tocandola la barriga baja.

Yo mire extrañada su tripa, ahora habia ahí adentro una vida, una vida que iba a cambiar las suyas completamente.

—Ya buscaremos soluciones — Miro a Liam

—Nosotras te vamos a ayudar —Apoye una mano en su hombro y Keyla asintio.

—Vale, pero no se lo digáis a nadie —Ambas asentimos para tranquilizarla.

—Si claro.

—¿Y vuestros padres...? —Deje la pregunta en el aire y ambos negaron rápidamente con la cabeza.

—¿Venimos esta tarde? —Le preguntó Keyla.

Jane asintió con una sonrisa triste.

Cuando llegue a casa, no había nadie, ni siquiera había una nota en la nevera.

Mire mi teléfono para comprobar si mi madre me había dejado un mensaje y nada, no había ningún mensaje.

La llame preocupada.

Y en el cuarto tono me cogió el teléfono.

—Mama ¿Donde estáis? —Pregunté.

—Si te he dejado una nota en el frigorífico, estamos en casa de Lindy, ven, hay buenas noticias —Al escuchar eso último me alegre mucho porque ya me imaginaba lo que era.

Fui a su casa con una sonrisa y cuando toque el timbre me abrió Kyle, antes de que pudiera saludarme alguien me agarro del brazo y me adentro en la casa poniéndome a su lado y ya me podía imaginar quien era.

Kyle puso los ojos en blanco y se fue al salón cerrando la puerta detrás de él.

Nash me dio la vuelta y me beso intensamente, me mordio el labio inferior y las puntas de nuestras lenguas se tocaron , joder creo que nunca me iba a acostumbrar a esto.

Nuestra rivalidad perfecta Donde viven las historias. Descúbrelo ahora