Kayla.
Me levanté bastante pronto, a las 6:43 de la mañana para ser más concreta, no podía dormir y no sabía porque.
Es que yo también era tonta tendría que haberme vuelto a dormir, para los pocos días que me quedan de vacaciones. Parecía mentira que se hubieran pasado tan rápido y ya estuviéramos en septiembre, parece que fue ayer cuando nos dieron las vacaciones, como me levanté tan pronto decidí aprovechar el día, me hice un moño con una pinza y empecé a recoger mi cuarto.
No quise hacer mucho ruido ya que mis padres todavía seguían dormidos y con ello, Cam también.
Cuando termine estaba segura de que mis padres ya se habían levantado, por lo que bajé a la cocina, cuando me vieron entrar se quedaron bastantes sorprendidos.
— ¿Ya estás levantada? — Me pregunto con el ceño fruncido.
Yo me limité a encoger los hombros.
— Me he levantado y no puedo dormir otra vez — Expliqué.
— Ya veo, siéntate — Dijo mi madre y ya sabía lo que quería decir con su "siéntate", estaba segura de que me iba a preguntar por Nash. La hice caso y me senté, mi padre levantó la mirada del periódico, que como todos los días lo leía.
— Y cuéntame ¿Que tal? — Sabía que me preguntaría.
Me encogí de hombros.
— ¿No me vas a decir nada?
— Mamá no se qué quieres que te diga, no pasó nada, casi no hablamos y te digo porque, porque no nos llevamos bien. — Me levanté y ni siquiera me moleste en desayunar nada.
— No hace falta que te pongas así — Me dijo dejando el trapo con más fuerza de la normal en la encimera y me miro, me gire y me quedé de pie en medio de la puerta.
Mi padre como siempre no dijo nada, solo se limitó a a mirar cómo peleábamos.
Después de unos segundos ella no dijo nada y yo tampoco asique subí a mi cuarto, lo bueno fue que mi estómago después de unas horas no se quejó.
Poco después me llegó un mensaje de las chicas para comprar el nuevo material para este curso y quedamos en la plaza a las 12 de la mañana, como ya eran las 11 decidí ir preparándome, me puse muy casual, unos pantalones cortos y un top, ya que aunque solo faltaba una semana para empezar el instituto, todavía hacía mucho calor.
Salí de casa e iba escribiendo a las chicas avisandolas de que ya me dirigía a la plaza.
Cuando llegue las vi a las dos, Jane estaba apoyada en una farola y Keyla estaba de pie justo en frente de ella, cuando me vieron levantaron la mano para saludarme y yo hice lo mismo.
— Por fin llegaste — Dijo Keyla mientras me abrazaba.
— ¿Hace mucho que estáis esperando? — Pregunté a Jane.
— Que va, ya sabes lo impaciente que es Keyla, solo llevamos esperándote 3 minutos.
— Haber primero vamos a Walmart, después a Claire's y después a la heladería de la esquina. — Dijo Keyla mientras empezábamos a ir al coche de Jane.
Cuando ya estábamos en el coche, Keyla se asomo entre los dos asientos y me miró.
— ¿Y que tal os fue en la cena de ayer? — Me pregunto, pero antes de que pudiera responderla, Jane se me adelantó.
— Siéntate bien, un día de estos nos van a poner una multa — Replicó.
— Vale, mamá — Se burló de Jane.
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Nuestra rivalidad perfecta
RomantizmKayla y Nash siempre fueron mejores amigos y siempre lo iban a ser, o al menos esa era la promesa, por un beso se distanciaron, por un beso se empezaron a odiar, por un beso se molestaban el uno al otro y por un beso Nash se fue a un internado, pero...