CAPÍTULO 11

121 6 0
                                    

Kayla.

La mañana paso bastante rápido, termine de leerme una novela y además empezé a hacer el cambio de armario, ya empezaba a hacer más frio por las noches, aunque no había acabado del todo todavía me faltaban todos los vestidos y los jerseys y pantalones largos y lo único que hacia era recordarme que pronto tendríamos que volver al instituto, a nuestro infierno, además este sería mi último año, por lo que tambien haría la selectividad, mi plan era estudiar filosofía y luego vería porque rama me iría.

Me gustaría estudiar aquí, en San Diego, no me gustaría alejarme de mi familia y mis amigas.

Cuando llegaron mis padres, les ayude a poner la mesa y después de que nos sentáramos, les pregunté si me podían dar permiso para salir.

- Mama, papá - Les nombre haciendo que miraran - ¿Puedo salir hoy por la tarde? - Les pregunté.

Ellos sonrieron y se miraron entre si.

- Claro que sí, puedes salir ¿Pero con quién vas a a salir? - Me pregunto mi madre.

- Con el chico de la otra vez, mama ¿Puedo? - Le pregunte.

- Si cielo - Me dijo.

- Aunque nos gustaría conocerlo - Añadió esta vez mi padre.

No puede ser que ya quisieran conocerlo, ni siquiera había salido con el dos veces, bueno si contábamos las anteriores que habíamos salido serían más pero ellos dos no lo sabían, así que decidí decírselo.

- ¿No os parece demasiado pronto? - Pregunté y los dos negaron con la cabeza - Ni siquiera sé si vamos en serio, no os lo voy a presentar.

Y era verdad, no sabía si Marc y yo íbamos realmente en serio, de hecho lo nuestro no era nada, ni siquiera creía que me gustaba, ni yo a él

- ¿Porque no lo traes a la cena que tendremos mañana? - Me dijo mi madre.

- Mama no lo voy a llevar, solo hemos salido dos veces - Intente convencerla, ella pareció pensarlo y creo que finalmente cedió.

- Bueno está bien, pero cuando vayáis más en serio quiero que nos lo presentes. - No creo que fuéramos a ir en serio, así que eso no me preocupaba.

- Está bien mamá - Dije con la voz cansada, pero tambien con una sonrisa, ella también sonrió.

Cuando terminamos de comer ayude a recoger como todos los días y cuando mi madre y yo nos quedamos solas, me habló.

- ¿Quieres que hablemos de las relaciones sexuales? - Me pregunto y yo note como mis mejillas se sonrojaban.

- No hace falta mamá, se lo que hay que hacer, utilizar siempre condón - Dije y ella asintió lentamente - Además todavía soy virgen - Dije muerta de vergüenza.

- ¿A qué hora has quedado? - Me pregunto.

- A las 6.

- ¿Y donde te va a llevar?

- Al parque Harbor Island.

- Que te lo pases bien - Me dijo y yo sonreí.

Me puse un pantalón corto negro vaquero y un top tubo blanco fruncido sin tirantes y me puse unas sandalias blancas, me maquille solo un poco, no quería parecer un payaso, cuando estuve lista, ya eran las 5:30, por lo que decidí irme, no era aún camino muy largo desde aquí hasta el parque Harbor Island, pero sí que se tardaba un poco de mi casa hasta allí.

Cuando por fin llegue, pude comprobar que no había mucha gente para ser un sábado por la tarde en verano.

Busque con la mirada a Marc, hasta que lo vi, parado al lado de una farola.

Nuestra rivalidad perfecta Donde viven las historias. Descúbrelo ahora