Si supieras que te queda poco tiempo de vida... ¿Qué es lo que harías?
¿Te aferrarías a la única pizca de esperanza que te queda? ¿Empezarías una lista de cosas por hacer antes de morir y dejarías notas de despedida? ¿Tratarías desesperadamente de d...
Han pasado un par de días desde nuestra visita a la Casa Hogar y al cementerio, pero no he podido comunicarme con Elías desde entonces. Le mandé un mensaje esa noche para confirmar su número de teléfono, y él dijo que hablaríamos a menudo, pero al día siguiente, comenzó a ignorarme por completo.
Una extraña ansiedad se apodera de mi pecho, una que no creí volver a sentir desde que hace años, una versión joven de mí se pasó todo el fin de semana pegada al teléfono de la casa, preguntándose porque sus padres no contestaban sus llamadas, a pesar de que sabía que habían muerto. En ese entonces no entendía lo que eso significaba, y ahora mismo no sé lo que la ausencia de Elías significa ahora. También trato de comunicarme con los demás, pero tampoco obtengo respuesta.
Se fueron, como siempre lo han hecho. Sin avisar a nadie ni preguntarse quién estará preocupado por ellos. No debería sorprenderme, pero a pesar de la sensación de traición que ronda por mi pecho, no puedo alejar el pensamiento de que hay algo más grande ocurriendo, algo de lo que no tengo ni idea.
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