Elías
Después de varios días internado en el hospital, están a punto de darme de alta, con nuevas dosis de medicamentos y la indicación de volver en caso de que me sienta mal. No hay nada que hacer respecto a mi enfermedad, más que aferrarse a la escasa esperanza de conseguir un trasplante de corazón. Por lo que ahora solo puedo enfocarme en las cosas que sí puedo controlar.
Emma y yo estamos tomados de las manos, mientras los demás nos miran expectantes, y dirigiéndonos una sonrisa cómplice, les anunciamos a nuestros amigos la gran noticia.
—¿Boda? —pregunta Tessa, después de unos minutos. Su mirada, al igual que la de todos, parece desconcertada, pero no logro distinguir si es por sorpresa o por desacuerdo.
—¿Están seguros de esto? —cuestiona Nolan con consternación—. ¿No sería mejor esperar a que estés mejor?
—Estoy mejor ahora —contesto con seguridad—. No sé cuándo pueda volver a empeorar. Así que tenemos que aprovechar el tiempo, mientras aún esté vivo.
—Felicidades a ambos, hacen una gran pareja —nos felicita Galia, tratando de mantener una sonrisa en su rostro. Todavía me cuesta adaptarme a su presencia. A los demás ya los conozco desde hace bastante tiempo, pero ella, al ser un evento reciente en nuestras vidas, me es difícil saber lo que realmente piensa.
—Boda —murmura Tessa, nuevamente. Parece que aún está en shock, tratando de procesar nuestro anuncio.
—Entiendo que se sientan inseguros —dice Emma, tratando de tranquilizarlos—. Pero lo hemos hablado y de verdad queremos hacerlo.
Ella coloca suavemente su mano en mi hombro y al sentir su cálido toque, le correspondo, acercando mi mano a la suya.
—Boda —repite Tessa.
Ya van tres veces que dice lo mismo. Parece darle vueltas y vueltas al significado de la palabra, tratando de encontrarle el sentido más lógico. Pero de cualquier forma, es preocupante.
—Yo no sé qué decir —expresa Matías—. Pero si es lo que realmente quieren, los apoyaremos. ¿Cierto, chicos?
—Si, es verdad —afirma Nolan—. Es solo que la noticia nos tomó por sorpresa, nunca se me pasó por la mente que tuviéramos que prepararnos para algo así.
Él no tiene que mencionarlo para saber lo que está pensando. La realidad es que ellos jamás pensaron en prepararse para una boda, pero sí para un funeral. Mi inminente final parece algo tan certero que es natural prepararse para lo peor. Así que este evento completamente nuevo e inesperado, seguro los hace plantearse que tan acostumbrados están a las desgracias que mi enfermedad puede causar.
Eso es lo que más temo. Que las personas que más quiero empiecen a ver solo mi enfermedad y que se olviden de que soy una persona como cualquier otra, capaz de hacer las cosas que otros hacen, seguir con su vida e incluso pensar en casarse. Todo eso sin pensar en el tormentoso y tal vez no tan alejado final.
Dirijo mi mirada a Tessa, la hermana mayor con la que he compartido la mayor parte de mi vida, con la que he peleado y reído por las cosas más tontas. La persona a la que puedo confiarle todo y de la que realmente espero su aprobación.
Ella detecta mi mirada y enfoca sus ojos olivo tan verdes como los míos, hacia Emma y yo. Y de pronto, la expresión de sorpresa que mantenía en su rostro cambia rápidamente a una de emoción, subiendo las comisuras de sus labios en una sonrisa sincera.
—Una boda —vuelve a repetir—. ¡Es una gran noticia! —exclama con alegría—. Pero hay que hacer muchos preparativos para eso. El vestido, el traje, el salón, el pastel. ¿Cuándo planean hacerla? ¿Lo harán está primavera? ¿O prefieren esperar para el verano? Aunque una boda primaveral parece la mejor opción. Mejor clima, sin riesgo de lluvias o nevadas...
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Notas Para Elías #PGP2024
DragosteSi supieras que te queda poco tiempo de vida... ¿Qué es lo que harías? ¿Te aferrarías a la única pizca de esperanza que te queda? ¿Empezarías una lista de cosas por hacer antes de morir y dejarías notas de despedida? ¿Tratarías desesperadamente de d...