Capítulo 2

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Amaba las vacaciones, las amaba tanto que las disfrutaba al máximo, lamentablemente eso solo hacía que sintiera como si el tiempo se le escapara de las manos, era injusto.

—Mañana empezamos la Academia —le recordó Alexis sin apartar la vista de su celular.

Aquel día había ido a verlo para procrastinar durante todo el día debido a que su tiempo de "vagancia" -como solían llamarlo los padres de su amigo- estaba por terminar y él no quería volver a escuchar la lista de cosas que se esperaban que hiciera en ese tiempo.

«Wuuu que divertido es estudiar».

Bueno, a él le gustaba, pero no apreciaba como los padres de su amigo se lo imponían obligándolo a seguir sus pasos.

—Al menos estamos en el mismo salón —le recordó tratando animarlo y tirándose medio sobre él.

—Y yo que pensé que por fin me libraría de ti... Auch —se quejó cuando lo pellizco.

—Tarado, tú deberías agradecer aún tenerme a tu lado.

—Si bueno, no es como si pudiera deshacerme de una pulga.

—¿Eso quiere decir que eres un perro? —le preguntó riendo— Quién diría que tienes esa imagen de ti mismo.

—Imbécil —murmuró Alexis por lo bajo antes de alborotarle el cabello—, pero ya fuera de bromas, de verdad, no sé cómo sentirme de volver a estudiar mañana.

—Solo son unos meses y luego tendremos las vacaciones más largas de nuestras vidas —trató de animarlo fallando miserablemente cuando Alexis le respondió.

—Solo unos meses a cambio de esclavizarnos cinco años.

—¡Ay ya! —se quejó levantándose un poco y mirándolo a los ojos con seriedad— ¿Qué es lo que te pasa? ¿Por qué estás siendo tan pesimista?

—Es que... —Alexis hizo una mueca y guardo silencio ordenando sus pensamientos, lo conocía bastante bien como para saber qué significaba cada gesto de su amigo por lo que espero a que estuviera listo para hablar.

—Yo no soy como tú Rori, a diferencia tuya, a pesar de ser bueno, no me gusta estudiar y el solo pensar que tengo que hacerlo por otros cinco años... —se estremeció—. Además está el hecho de que si no ingreso en el examen de la Academia a la estatal contigo tendré que ir a una privada y no quiero dejar de verte —confesó sin mirarlo.

—Alexis... —susurró acariciando su cara— Nuestra amistad no se va a romper por ningún motivo, no lo hizo cuando... —hizo una seña entre ambos—... Bueno paso eso, y no lo hará porque terminemos en distintas universidades.

Alexis se rió y negó con su cabeza— ¿Cómo es posible que hayan pasado años y aún no puedas decir que nos besamos? —le preguntó logrando que se volviera rojo.

Era un maldito.

—Rori, Rori, Rori, eres tan tierno —le dijo acariciándolo—, pero si tienes razón, creo que sí hemos superado eso podemos superar cualquier cosa.

—Ujum —concordó recostándose en su pecho nuevamente y recordando.

Alexis y él habían estado confundidos durante un tiempo durante su orientación sexual, por lo que, se involucraron durante un tiempo para "ayudarse" mutuamente, aunque lo suyo nunca paso de besos y se dieron cuenta que efectivamente si les atraían los chicos -al menos en su caso, ya que, a Alexis también le seguían gustando las chicas- las cosas entre ellos no funcionaban de esa manera, por lo que, siguieron como mejores amigos.

Estaba por quedarse dormido con las caricias de Alexis sobre su cabello cuando la puerta de su cuarto fue abierta.

Su hermana apareció mirándolos con una ceja arqueada por su posición— Ustedes deberían dejar de hacer eso —les dijo con su tono receloso y él se aferró aún más a Alexis— Deja de ser un niño pegajoso Rodrigo.

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