Federico
***
Su hermano era un idiota y él estaba odiándolo justo en ese instante ¿Por qué? Fácil , porque el muy imbécil había llegado a recogerlo para ir a la fiesta diciéndole "acabo de dejar a tu amorcito en su casa", y por medio segundo de verdad no lo comprendió hasta que se dio cuenta de a quién se refería, pero no todo acababa ahí, no, porque lo peor llegó en la fiesta, cuando vio a Ana y sin importarle que sus padres estvieran cerca de ambos dijo en voz alta.
—¿No crees que está mal que tu futura cuñada me odie? Digo, si vamos a ser familia deberíamos llevarnos bien —soltó como si nada atrayendo la atención de sus padres sobre ellos.
—¿Cuñada? —preguntó su mamá bastante interesada y emocionada.
«Dios, mátame»
—... ¿Estás saliendo con alguien, Federico?
—No, no estoy saliendo con nadie —aclaró con más fuerza de la que quería, porque ese no era un tema que quería tocar en ese momento, en ese lugar ¡Y mucho menos con su mamá! Esa mujer le haría confesar todo lo que no quería.
—¿Entonces por qué tu hermano dijo algo sobre una cuñada? —esta vez quién preguntó fue su papá que frunció el ceño inmediatamente— ¿Por qué lo mencionas ahora? Tú eres bastante distraído —le dijo a Samuel, pero antes de que este pudiera responder continuó—, aunque bueno también puede ser por eso.
—Amor, lo importante aquí es saber si Federico esta o no...
—No estoy en una realación —respondió antes de que pudiera acabar
—Pero te gusta alguien —continúo su mamá sin dar marcha atrás.
—¿No se supone que esto es una fiesta de la empresa? —les cuestionó— ¡No deberían parecer tan entretenidos conmigo cuando tienen a otras quinientas personas más con las que estar!
—Hijo, a estas personas las vemos casi todos los días y esto es una mera formalidad hasta que empiece la fiesta de verdad —le aclaró su padre con una sonrisa.
—¿Y eres tú quién dirige la empresa? —de verdad siempre se sorprendió de su familia. Estos parecían tener una doble personalidad que se basaba en cuando están en la empresa y cuando están en la casa, o con las personas de dichos lugares.
—Bueno tu abuelo quiso que tu madre sea la cabeza, pero la mujer aquí no quiso y me hizo tomar el relevo —le dijo encogiéndose de hombros mientras su mamá le daba un beso en la mejilla murmurando:— Siempre haces lo que quiero.
—Bueno, te amo ¿No?
—Dios... No se pongan cursis —se quejó cerrando los ojos y escuchando a Samuel reírse a su lado.
—Y luego dices que yo soy el amargado —le señaló Samuel y como muy maduro que se consideraba le sacó la lengua a su hermano.
—No te soporto.
—Ya somos dos.
Iba a responderle cuando ve a Ana salir entrar en el edificio con una carpeta en sus manos. «¿A donde habrá ido?», se preguntó observándola hablar con uno otro de los empleados antes de subirse al podio que sus padres habían puesto.
—Hola, buenas noches a todos —saludó a través del micrófono— ¿Me escuchan bien? —preguntó y sonrió cuando sus compañeros le respondieron positivamente— Gracias, bien, todos sabemos que esta es una noche especial. La empresa...
—¿Ella acaba de entrar con la carpeta de su discurso? —le preguntó Samuel acercando su silla a él.
—Creo que sí ¿Por qué?
ESTÁS LEYENDO
¡Somos vecinos!
Novela JuvenilOdiar a alguien cuando solo tienes que verlo unas horas al día en el colegio nunca supuso un problema para Rodrigo, al fin y al cabo nunca volvería a ver al imbécil de Federico después de su promoción. Sin embargo, el destino tiene otros planes para...