Alexis estaba llamándolo paranoico, pero nadie puede culparlo, creer que vivía cerca del imbécil de Federico -a quién, por cierto, pensó que no volvería a ver cuando salió de la secundaria- era algo que le ponía los pelos de punta, y bien, quizá en un momento pensó que lo odiaba, pero no, solo no lo soportaba y el sentimiento iba en ambos sentidos, su historia era un claro indicador de ello.
—Es que te juro que no voy a estar en paz hasta saber que ese Federico que conoció mi hermana no es el mismo que conocemos —le repitió como llevaba haciendo toda la semana.
—Ay Rori —y su nombre salió con un suspiro penoso—. No sé que más decirte que no te haya dicho ya — le dijo su amigo y él hizo un mohín.
Sí, bueno, Alexis ya le había dado miles de opciones para averiguar si el chico que conoció su hermana y su ex compañero eran la misma persona, como preguntarle a Samuel, que era con quien más a menudo se cruzaba, acercarse a su casa, mandar a Ana a averiguar, hasta ofrecerse él mismo a ir, y si todas las opciones eran viables, pero él se negaba ¿Por qué? Sencillo, muy dentro suyo temía que sus sospechas fueran verdad y prefería vivir con la duda y el estrés a que con esa realidad.
—Olvídate de eso, además míralo por este lado —propuso abrazándolo por el cuello—, si no te lo haz cruzado en los tres meses que llevas viviendo ahí, no te lo vas a cruzar ahora —y le creyó o al menos lo hizo por medio segundo lo hizo porque cuando desvió la mirada de su amigo sus ojos se posaron en la última persona que quería ver.
—Mierda...
—¿Que carajos hace él acá? —gruñó Alexis acercándolo más a su cuerpo, mientras le daba la razón dentro suyo.
¿Qué diablos hacía Federico ahí? No podían estar estudiando en la misma academia, no, eso simplemente no era posible.
—Mierda —volvió a maldecir cuando Federico se acercó a ellos con una mirada molesta y fija en su cuello.
«Oh, dios, me va a matar», pensó en su drama interno, preparándose para lo peor, pero como nunca, su ex compañero los soprendió empujando a Alexis para separarlo de él y pasar en medio de los dos sin darles una segunda mirada.
—¿Y a este idiota qué le pasa? —preguntó su amigo molestó y él solo pestañeó sin saber que decir— ¿Estás bien? ¿No te empujó la bestia esa?
—No, no me hizo nada —le respondió sin dejar de mirar en la dirección que Federico se había ido.
Su corazón se había acelerado por la ansiedad y el miedo, no es que le tuviera miedo, pero odiaba los conflictos, a diferencia de Alexis que si le buscaban pelea no dudaba en meterse a ella, y no dudaba ni por un segundo que eso es lo habría entre su amigo y Federico si se tocaban los nervios lo suficiente. Ya no estaban en el colegio, no había profesores, reglas o algo que los detenga para agarrarse como querían desde que los conoció.
—Ese idiota ¿Qué mierda hace acá? Las clases empezaron hace dos semanas.
—Sí, bueno, ruega que no sea su primer día —le dijo a Alexis que lo miró confundido.
—¿Por qué?
—Porque si es su primer día, podemos seguir con la mala racha y encontrarlo en nuestro salón —señaló y su amigo se quejó mientras se masajeaba las sienes antes de murmurar—¿Es qué el día puede ir peor?... Auch
—¿En serio preguntas eso? —le cuestionó molesto— Hace nada me decías "no te lo vas a cruzar" —lo imito con una voz chillona— y bam ni bien terminas aparece —le recordó su amigo abrió la boca para hablar, pero él no lo dejo— No digas nada más —advirtió— No digas nada más que pueda empeorar nuestra suerte, la mía en especial —porque entre los dos el que más posibilidades tenía de llevarse la cruz era él.
La campana sonó advirtiéndoles que estaban al límite para ingresar a su salón y ambos corrieron para llegar a su aula rogando que Federico no estuviera en su clase, y tal parecía que las plegarias funcionaron porque no lo vieron ahí. Una calma se instalo en su sistema hasta que la cuirosidad tomó el relevo.
¿Era el primer día de Federico en la academia o ya tenía tiempo ahí como ellos? Y si era así ¿Los había visto antes?
Golpeó su frente contra su carpeta con más fuerza de la pensada— Auch —maldijo bajito porque no pensó lastimarse.
—¿Estás bien? —le preguntó Alexis y él asintió sobándose su frente y dándole una sonrisa a sus compañeros -que habían voltearlo a verlo- indicando que estaba bien y tragándose la vergüenza.
***
—Sabes, creo que iré y tocaré la puerta de tu vecino —le dijo Alexis sentado en su cama mientras veía tiktok.
—¿Y por qué harías eso? —le preguntó sin entender porqué derrepente quería hacer aquello.
—Déspues de lo de hoy quiero asegurarme si el imbécil ese es tu vecino o no —le respondió dejando su celular a un lado— ¿Te imaginas si sí fuera tu vecino?
—No, no me imagino —negó—, y tampoco quiero que vayas y averigües si él es o no mi vecino.
—¿Por qué no?
—Porque prefiero no saberlo y pensar que no vive a unas casas de mí que confirmar que sí —admitió.
Alexis lo miró preocupado, pero no le dijo nada más antes de volver a echarse en su cama y perder el tiempo en su celular mientras él se acostaba a su lado con lo audífonos puestos controlando las ganas que tenía de asomarse a su ventana para observar la casa de sus vecinos como siempre hacía, no quería que su amigo viera cuanto en realidad le afectaba saber que Federico vivía cerca.
Hurt de Baekhyun y Seomoontak se reproducía y el sentimiento de la canción mientras él pensaba y daba vueltas sobre los motivos de su ansiedad lo llevaban a imaginarse uno y mil escenarios en su mente como si fuera una película, en especial, porque su enemistad con Federico nunca lo había hecho sentir tan mal en el colegio, por lo que, no entendía muy bien porque si reacción y se negaba a creer que...
«No, simplemente, no», pensó evitando ir a sentimientos pasados, enterrados y sepultados de los que ni Alexis tenía idea.
—Ush —se quejó y maldijo mentalmente su vida entera por habérselo encontrado.
Lo único que pidió al salir de la secundaria fue que sus caminos no se volvieran a cruzar, pero ya estaba viendo con las señales del destino que su deseo no iba a ser cumplido y que su tortura no acababa sino de empezar.
***
¿Hacemos apuestas? 😂 ¿Cuánto más creen que estos tarden en encontrarse?
Espero que les haya gustado el capítulo 🤎🌈 No olviden dejar su estrellita y cometarios, me gustaría leerlos 😆
Nos leemos la siguiente semana!
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¡Somos vecinos!
Teen FictionOdiar a alguien cuando solo tienes que verlo unas horas al día en el colegio nunca supuso un problema para Rodrigo, al fin y al cabo nunca volvería a ver al imbécil de Federico después de su promoción. Sin embargo, el destino tiene otros planes para...