The Sun & The Moon • Wenclair •

6 ||| Al Día Siguiente

(Toc, Toc)

(...)

(Toc, Toc)

(...) - después de algunos minutos sonando la puerta, por fin la abrieron.

- ¿Sí?

- Señorita Addams, un placer verla de regreso. ¿Se encuentra la señorita Sinclair?

- Está dormida.

- Bien, ¿Podemos pasar? - decía uno de los involucrados mientras intentaba ingresar.

- Les dije que está dormida - a la par que respondía, la chica sostenía la puerta.

- Necesitamos hablar con ella.

- Bien, vuelvan más tarde y tal vez esté despierta.

- Creo que no está entendiendo la gravedad de la situación.

- Lo entiendo, pero como dije, está dormida.

- Señorita Addams, si no nos deja pasar...

- No pueden hacer nada. Estarían entrando sin permiso y en contra de mi voluntad a nuestra habitación, además de atentar contra mi integridad física.

- (...) - ambos, molestos ante la situación, sabían que no podían entrar por la fuerza - bien, regresaremos más tarde.

- (...) - la chica no dijo nada y cerró la puerta en sus narices.

El reloj no marcaba ni las 6 a.m. pero, cómo lo predijo Wednesday y, antes de lo previsto, ya había personas buscando a la rubia, más en concreto, algunos del personal de seguridad.

A pesar de que todavía faltaba un poco para el inicio del día escolar, la gótica no desperdiciaría el tiempo.

- Prepara todo.

- [...]

- Tengo que ir a clase primero, pero cuando regrese todo tiene que estar listo.

- [Espera]

- ¿Qué?

- [¿No crees que deberíamos esperar un poco?]

- ¿Cuánto crees que sea apropiado esperar? ¿Hasta que se establezca el nuevo monstruo? ¿Hasta que mi madre muera? ¿O hasta que ella también muera?

- [...]

- No tenemos tiempo que perder, prepara todo. Iré a tomar un baño - tras lo dicho, la chica se alejó hacia el baño.

Mientras Wednesday tomaba la ducha, recordaba aquella visión que tuvo hace tan solo unas horas mientras estaba en el bosque. "Al final del día, fuiste tú, siempre fuiste tú. Tus gustos raros... Siempre fuiste tú... y perdón por no haber hecho algo más, perdón porque no pude salvarte..."

Fue una visión rara, pues no fue nada parecida a las que normalmente tiene. Esta parecía más una premonición y un vistazo al futuro; recuerda las palabras, ¿Pero que significaban?

(...)

Después de terminar de arreglarse, la chica solo tenía que esperar a que el reloj marcara las 8 a.m. para ir rumbo a su primera clase, cosa que, en algún punto, sucedió.

- Te veo al rato, no llegues tarde.

- [...] - pero antes de salir del cuarto, la chica sintió un jalón - [¿Que hago si alguien viene, o si despierta?]

- Trata de explicarle las cosas y ganar tiempo.

- [...] - la mano entendió la asignación, aunque no sonaba sencilla.