Llamada

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10

¿Fredd?

¿Enid? ¿Me escuchas?

Sí, te escucho.

¡Perfecto! pensé que no podías escucharme.

¿Todo bien por allá? ¿Qué tal está mamá y papá?

Todo bien Enid, ¿tú cómo estás? ¿Qué tal las cosas en la Academia?

Bien, todo bien.

¿Cómo está Isaac?

Bien. Casi no lo veo, normalmente está con sus amigos y se avergüenza un poco cuando intento hablarle, pero está bien.

La duda, la tensión y la incertidumbre invadió la pequeña charla que ambos hermanos estaban teniendo, dejándolos en un incómodo silencio difícil de romper.
Enid quería hacer un millón de preguntas, pero el tono apático y sin ganas de su hermano, le hacían replantearse lo que fuese a cuestionar.

¿Seguro todo está bien, Fredd?

Sí sí, todo perfecto, ¿Por qué?

Bueno, te escuchas un poco... extraño.

Todo está perfecto Enid.

¡Bien! ¡Me da gusto escuchar eso y que lo repitas! Entonces, ¿Por qué tardaste tanto tiempo en llamarme?

(...)

¿O qué? ¿Pensaste que con el hecho de llamarme no haría ninguna pregunta y pretenderíamos que todo estuviera bien?

No, yo...

¡Te llamé miles de veces todos los días! ¡Mensajes y audios! ¡¿Y sabes que recibí?! Nada. ¡Ni de tu parte ni de mamá o papá!
Pensé muchas cosas Fredd, muchas, pensé en los peores escenarios posibles, ¿sabes? Pensé que tal vez habían tenido que escapar de algo, que alguno le había pasado. Incluso no supe si seguían vivos, no sabía que hacer, porque no sabía a quien llamar o cómo buscarlos.
Y de la nada, apareces nuevamente diciendo que todo está bien, como si nada hubiera pasado, pareciendo un completo desconocido.
Así que, creo que me debes más que tu indiferencia y tu mundo perfecto en el que están bien.

Lo sé, Enid. En verdad lo sé. Lo siento.

Me debes más que una disculpa Fredd. Me debes una explicación.

(...)

¿Y bien?

Han pasado cosas desde que te fuiste.

Bueno, tenemos tiempo.

Papá se enfermó.

Dios mío Fredd, ¿está bien? ¿Qué pasó? ¿Por qué no me dijeron?

Está bien, se podría decir.
Parece que tomó un resfriado o algo así, pero no se ve que mejore.
Lo hemos llevado a diferentes lugares, pero no parecen ayudarlos. Todos dicen algo, pero ninguno llega a nada en particular.

¿Puedo ayudar en algo? Dime en qué puedo ayudar.

Por el momento no, te lo haré saber.
En unos días lo llevaremos con alguien más, mamá cree que el puede ayudarnos.

Bien. Por favor no me dejes con la duda por otros meses por favor.

No Enid, no lo haré.

El silencio nuevamente prevaleció entra ambos, mismo, que nuevamente la rubia rompió.

Fredd, hay algo de lo que quiero hablar contigo desde hace tiempo.

¿Qué pasa?

¿Por qué me diste esas pastillas?

(...)

Sabías para que eran. No creo que me las hayas dado por simple suerte y esperando que hicieran algo.

Enid...

Creo que hay más cosas que tienes que explicar Fredd.

Tienes que prometerme que no dirás nada y simplemente lo dejarás pasar.

¿Por qué tendría que decir algo?

Promételo.

¡Bien! Lo prometo...

Bien...
Mamá cree que... cree que ya encontraste a tu mate.

¿Qué? ¿Por qué cree eso? Además, ¿que tendría de malo eso?

Bueno, es algo obvio.
Los olores que desprendes. Tu forma de comportarte. Evitar citas a toda costa. No es un gran acertijo.
Ella cree que tu mate lo único que haría, sería traernos más desgracias.

¿Por  qué? ¿Qué hay de malo con eso? Ella ni siquiera lo conoce.

Enid, muchas cosas han cambiado desde que te fuiste...

III

Holaaa, ¿cómo están? Espero que bien.

Bueno, este es un nuevo "formato" se podría decir.
Díganme si les gusta este formato, de usar pocas palabras y solo conversaciones o situaciones.

No es la única vez que lo ocuparé, ya que la llamada todavía no termina, pero si les gusta, podemos ocuparlo un poco más.

Por el momento es todo, espero les guste el capítulo y les esté gustando la historia. Nos vemos el siguiente capítulo!!

The Sun & The Moon • Wenclair •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora