4 || Tarea #1

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Sábado, 5:00 a.m.

Es un día lluvioso, falta un poco más de una hora para el amanecer y la oscuridad todavía es presente. Hoy, por fin y después de meses ideando planes y actividades, Wednesday iniciará con la primera de las cinco tareas encargadas por su madre, aunque realmente iba a empezar desde un día anterior, fue interrumpida por cierta rubia.

-       ¡Uaaah! – bostezaba mientras se estiraba una adormilada Enid después de escuchar su alarma – ¡Buenos Días Wen...! Wednesday... ¿Todo bien? ¿Qué haces ahí? – preguntaba confundida al ver de pie al borde de su cama a su ya preparada y vestida roomie.
La mencionada, llevaba puesto una playera de manga larga de color negro, un pantalón negro, un chaleco negro y unas botas militares negras.

-       Espero a que despiertes.

-       ¿Cuánto tiempo llevas esperando ahí?

-       14 minutos, 37 segundos - respondía sin ningún tipo de rareza.

-       Ya veo...

-       No pierdas el tiempo y apúrate, se hace tarde, si es que todavía quieres ayudar – con esto dicho, la lobita inmediatamente se levantó de su cama para alistarse.

Mientras Enid se bañaba y se arreglaba, Wednesday se encontraba también dentro de la habitación, pero escribiendo, tal vez sería el único momento que tendría para avanzar en su historia, historia la cual, no ha tenido ni el tiempo ni la creatividad para progresar en la misma. Casualmente, nuevas ideas surgieron hace tan solo unas horas, para ser más específicos, después de volver a hablar con Enid.

-       ¡Estoy lista! - como es costumbre, muy emocionada se encontraba.

-       Enid... ¿Qué traes puesto? – preguntaba la bastante confundida y nerviosa morena al ver la vestimenta de la rubia, que consistía en unas botas rosas que, a diferencia de las de su roomie, definitivamente no eran militares, un short de mezclilla y un suéter rosa. El verla con algo que no fuera el uniforme y tan bonito, era algo que provocaba que llegaran las cosas raras a su abdomen.

-       Oh, ¿Esto? No es nada, pero una nunca sabe, que tal si me ves... ¡SI ALGUIEN! Me ve – respondía la bastante nerviosa loba – siempre hay que verse bien, ¿No crees?

-       Vamos al bosque... - la morena seguía nerviosa y confundida, no entendía nada como era costumbre - ¿Por qué llevas esas mochilas? – preguntaba para romper un poco la tensión después de lo dicho por su compañera de cuarto.

-       ¡Qué bueno que preguntas! En esta llevo comida por si nos da hambre y en esta llevo chamarras por si nos da frío, no te preocupes, ya tomé una de tu armario – le decía con una sonrisa.

-       (...) – la monocromática se mantuvo en silencio mientras la veía a los ojos.

-       ¿Qué? ¿Está mal? – preguntaba la preocupada chica arcoíris.

-       Carga tus cosas y vámonos, antes de que se haga más tarde. Dedos, cuida el cuarto mientras no estamos, ya sabes que hacer.

Cada una, tras tomar su respectiva sombrilla para cubrirse de la lluvia, se encaminaron hacia el frio y mojado bosque, en el que las deparaba un bastante agitado día. Como era de esperarse, la sombrilla de Enid es color rosa, la de Wednesday de color negro.

Mientras caminaban hacia su destino, ambas se mantenían en completo silencio, ninguna se atrevía a decir nada. Todo había pasado muy rápido, desde volver a dirigirse la palabra, hasta que de repente ya están rumbo a realizar algo lo cual, Enid ni siquiera sabe porque lo hacen. Por suerte, la lobita fue quien rompió el hielo.

The Sun & The Moon • Wenclair •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora