The Sun & The Moon • Wenclair •

15 ||| ¿Tranquilidad?

"Ha pasado casi un mes desde esa noche en el cementerio.
Las cosas en la Academia han tomado un rumbo diferente al que yo esperaba, empezando por la repentina paz que hay; sin asesinatos, sin sospechas, sin pistas de la orden.

Tal vez no ha pasado suficiente tiempo, pero la situación comienza a causarme ansiedad. Y no me refiero a la Academia.

Con repugnancia, intento encontrar una respuesta al porqué no puedo dormir en las noches por la preocupación a que alguien entre y se acerque al lado colorido del cuarto.
Con remordimiento , intento sumergirme en la oscuridad de mis pensamientos a buscar la respuesta a cómo solucionar esta pérdida de tiempo llamada relaciones.
Con martirio, intento ignorar a diario los sentimientos que hay mi y el molesto sonido de..."

- ¡Buenos días Wends! - junto a un bostezo, sería la primero que escuchaba la pelinegra y tras ser interrumpida en su hora diaria de escritura.

- Buenos días - indiferente, la chica saludaba a su colorida compañera de cuarto.

- Veo que ya estás lista para clase... - sorprendida, la chica arcoíris le comentaba a su roomie.

- Veo que tú no.

- Las clases de hoy empiezan a las 11, ¿lo recuerdas?

- Sí, ¿y? - contestó, mientras se levantaba del escritorio y volteaba la mirada.

- Son las 8...

- La puntualidad es parte fundamental de la Familia Addams. Es un valor que no muchos respetan.

- ¿No crees que es un poco exagerada tu "puntualidad"? - decía con notorio sarcasmo en su tono.

- (...) - sin decir algo, su mirada fue suficiente para hacer que la rubia volteara hacia otro lado.

- Tomaré una ducha, ¿necesitas algo? - preguntaba mientras tomaba algunas cosas.

- Sí, no pongas tu asquerosa música.

- Jajaja, ¿algo más?

- Por el momento no - la chica seguía enfocada en escribir y no voltearía a ver a la ojiazul.

- Bien... - dicho esto último, la rubia se alejó.

"Intento ignorar a diario los sentimientos que hay en mi, y el sonido molesto de..."

- ¡Enid! - gritaba la morena al escuchar la música a tan alto volumen, logrando la completa desconcentración de la hija mayor de los Addams.

(...)

Ni cuarenta minutos después, la rubia estaba lista para afrontar el día: vestida con su uniforme y mentalmente preparada para lo que la Academia le pudiera brindar en el día.
Aunque no sin antes, proponer algo.

-      ¡Oye! - le gritaba en el oído a la distraída Wednesday, quien estaba admirando el nublado día - ¿interrumpo algo?

-      ¿Acaso importa? - le respondía con notoria molestia.

-      De hecho... no - al mismo tiempo que reía, la chica se daba la vuelta y se sentaría un momento en su cama - ¿harás algo ahorita?

-      ¿Por qué? - preguntaba con intriga y cierto interés.

-      No lo sé, estaba pensando que tal vez, no sé, podríamos ir a desayunar o hacer algo en lo que comienzan las clases - con el nerviosismo ya en el pasado, la lobita mostraba un poco más de seguridad al momento de hacer y proponer.