Como nací siendo una híbrida y mi abuelo materno abusó de mí porque era una niña inútil que no heredó ninguna habilidad de la familia de mi padre o madre, y finalmente terminé muriendo. Por alguna razón regresé al pasado con mis recuerdos, pero mis...
La voz, que parecía desvanecerse, recuperó su nitidez con un matiz de incredulidad.
Por supuesto, la oscuridad nunca podrá vencer a la luz... Pero eso solo aplica cuando la luz es lo suficientemente fuerte como para iluminar todo a su alrededor.
Si la luz no puede ni siquiera brillar sobre su propio entorno, jamás podrá vencer a la oscuridad. Al final, será devorada por ella.
Y "aquello" claramente no tenía la capacidad de iluminar su entorno. Ni siquiera había despertado por completo su poder.
Entonces, ¿por qué...?
—[¿Acaso ha intervenido? ¿Se ha atrevido a intervenir de nuevo?]
La voz, cargada de enojo, retumbó con un escalofriante eco.
El silencio cayó.
En aquella oscuridad, el tiempo no existía. No había manera de saber si la pausa había sido breve o si la "voz" había permanecido callada durante un lapso inimaginable.
—[Ven. Acércate.]
Todo era negro. Oscuro. Frío.
Una niña permanecía sola en aquella penumbra, escuchando cada palabra de la voz envuelta en ira.
Ante su orden, la niña levantó la cabeza.
Él extendió la mano y acarició su pálido rostro. La niña, que hasta entonces había permanecido inmóvil, entreabrió los párpados y encaró la negrura.
—[Está bien... Al final, no es más que una vela. Una vela no puede iluminar nada.]
—...
—[Se apagará con el viento. Se extinguirá con la lluvia...]
Si la oscuridad no hubiera cubierto sus ojos, habrían revelado un profundo color esmeralda, semejante al océano. Unos ojos carentes de vida que lo observaban en completo silencio.
—[Pero tú eres diferente... A ti te he criado con esmero.]
Desde la penumbra, la espantosa voz continuó expandiéndose, cobrando fuerza con cada palabra.
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—¿Estás mudando de pelaje?
Clémence miró a Thiel y habló con cautela.
Thiel asintió y la observó.
—Sí, según lo que dice la hermana Olivier, estoy mudando de pelaje.
—¡Vaya, qué alegría...! Tendré que dar instrucciones para preparar un banquete mañana.
Clémence sonrió suavemente. La muda de pelaje era un acontecimiento muy importante para los niños bestia, por lo que sinceramente felicitó a Thiel.