🍓Capítulo Dos🍓

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Un giro, ¡¿cómo carajos conseguía darle un gran giro a la historia?!

A ese punto estaba entrando en pánico, no sabía cómo hacerlo, ni siquiera se sentía satisfecho con lo que había escrito. Y peor aún, Jungkook parecía haber decidido convertirse monja o monjo, no sabía si esa palabra existía y le valía si no, el caso es que hace una semana que dejó de follar en su habitación.

— El porno— sonrió para sí mismo. No podía olvidarse de eso, era su salida.

Nunca antes lo había buscado por sí mismo, pues lo que vio fue porque Hoseok le mostró algo de la colección de Namjoon. En su vida había buscado esa mierda ni siquiera por curiosidad, pero ahora parecía ser su vía de escape. Quizás y resultaba mejor de lo esperado, pues el porno tenía imágenes visuales, y con Jungkook solo se guiaba por los gemidos y jadeos de él y sus víctimas constantes.

Ese día estaba solo en casa pues Yug salió con su novio y Hoseok estaba dónde Taehyung en la casa de al lado. Aprovechando su soledad, Jimin bajo a la cocina, se sirvió un vaso de jugó y también una rebanada de pastel que Seokjin les había enviado ayer, al sentarse tomó su teléfono móvil y comenzó a buscar algo de porno encontrando varías páginas al respecto, dando click a una al azar.

— Santo cielo — susurro observando fijamente el vídeo — Dios mío, eso no le va a entrar, no, ¡lo matara!— gritó angustiado a la pantalla de su teléfono móvil llevando un trozo de pastel a su boca.

Estaba tan metido en la dramática escena de la chica montando esa gran bestia mientras gemía y tocaba sus pechos, que no oyó cuando alguien entró a la casa, Mucho menos cuando esa persona se acercó a la cocina.

— Carajo, ¿es que está vaciando un tanque o que mierda?— frunció su ceño, el gemidos de la chica se oyó a lo alto.

— ¿Hyung?— llamó Jungkook.

Fue entonces cuando Jimin apenas y levantó la mirada de su teléfono móvil encontrando esos verdes ojos en su persona. Rápidamente intentó detener el vídeo pero su teléfono cayó al piso y los gemidos de la chica comenzaron a oírse lo cual lo desesperó y se tiró sobre su teléfono móvil en el piso cubriendo este tratando de detener el vídeo.

Jungkook aguantó una carcajada y se acercó rodeando el mesón para ver al rubio en el piso quien lo observó con un gran sonrojó en sus mejillas.

— ¿Algo que decir?

— Soy mayor de edad, un hombre con necesidades — se excusó de inmediato Jimin.

— Pude notarlo — sonrió— No te preocupes Jirbin, no juzgo, es más me sorprende saber que tienes una vida sexual o que al menos te interesas por conocer más al respecto.

— ¿Qué quisiste decir mocoso?

— Yug dijo que jamás saliste con nadie, prácticamente eres un cerebrito de biblioteca— lo observó ponserde de pie — Pero nunca es tarde para conocer acerca del sexo, tienes veititres años Hyung.

— Veinticuatro pendejo — corrigió de inmediato.

— Más viejo, eso deja ver muchas más razones — se burló.

— Cierras la boca o te cierro el culo— amenazó.

— Está cerrado, y seguirá así por mucho ya que usualmente soy quien da no quién recibe — le guiño, pero antes de que dijera algo más, continuó — Vine por Yug, pero veo que no se encuentra aquí, supongo que vendré por él más tarde— se acercó a la puerta — Oh, y no se preocupe , no diré nada acerca de esto, será nuestro secreto Jirbin Hyung — sonrió saliendo de la cocina.

Yo te ayudo|• KookMin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora