🍓 Capítulo Veintiséis 🍓

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Jimin cerró su laptop, en ese momento estaba demasiado pensativo con respecto a todo lo acontecido con Jungkook. A ese punto llegó a preguntarse muchas cosas sin sentido.

¿Ellos…solo tenían sexo?

A veces eso parecía ser algo más allá de solo sexo, era algo complicado de explicar. Jungkook solía mirarlo de una forma que lo aterraba, esos grandes ojos a veces ni pestañeaban.

— Yo creo que le gustas.

— ¡Maldición Taehyung!— chilló volteando a ver al castaño en su cama — Como es que- sabes que, ya no me interesa saber — negó con su cabeza — Solo dime de qué carajos hablas…

— ¿Pensabas en Jeon?— preguntó y el silencio del rubio se lo confirmó — A eso respondía, no es tan complicado.

— ¿Qué cosa?

— Que a Jungkook le gusta el pollo asado — sonrió de lado.

— No entiendo, ¿qué carajos tienen que ver los gustos de comida de Jeon aquí?— frunció su ceño Jimin.

— Si serás pendejo — suspiró — Digo que a Jungkook quizás le gustas.

Jimin guardó silenció por unos cuantos segundos antes de reír en su cara. Taehyung lo miró molesto por su actuar.

— Por favor — rió secando una lágrima falsa — ¿Hablamos del mismo mocoso?

— Si.

— No— negó acomodándose en su silla — Jeon Jungkook es solo un mocoso que ama el sexo y coquetea con todo lo que tenga un agujero y sea de raza humana Kim.

— Que asco de descripción Jims.

— Como sea, el caso aquí es que es imposible que le guste de algún modo— suspiró — No soy su tipo en lo absoluto, ni siquiera tenemos gustos similares, es como el día y la noche.

— Existen los eclipses — sonrió Taehyung.

— Pero no son frecuentes, lo que tenemos ahora no lo es, literalmente solo es sexo.

— Solo diré que ambos son verdaderamente ciegos — bufó mientras se ponía de pié — Iré a ver a Hobi — sonrió saliendo de la habitación.

Jimin se quedó mirando la puerta una vez se cerró.

— No, yo no podría gustarle, es imposible que eso pasé. Somos muy diferentes — suspiró.

🍁🌾🍁

— Sabía que un día necesitarías mí ayuda — sonrió.

— No hagas que me arrepienta — suspiró con una pequeña mueca mirando a la chica. Ignorando la llamada del rubio.

Jennie sonrió de lado.

— Confía en mí, soy una Kim — suspiró tomando la mano del contrario.

Jungkook se dejó guiar por ella. Debió pensarlo mejor antes de llamarla, pero ella era la única persona que podía ayudarlo con lo que quería.

— Carajo.

— Sabes, creí que un día de estos recibiría tu llamada y sería porque rogarías por mí amor.

— Solo dormimos juntos una vez Jen, o eso intentamos.

— Como sea, golpeaste mí ego. ¿Por qué coges con todas y no conmigo?

— Porque eres lesbiana y la única vez que intente besarte me pateaste en los huevos y me dijiste que eso era pecado, además de votarme de tu cama y obligarme a dormir en el piso— recordó.

Yo te ayudo|• KookMin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora