🍓 Capítulo Dieciocho 🍓

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Jungkook salió de la ducha, tomó una toalla y rodeo su cintura con esta, al salir del baño se encontró con Taehyung en los pasillos.

— Seré honesto mí querido soulmate — habló haciendo que el castaño lo mirara antes de entrar en su habitación — Si sabes que vivimos juntos.

— Seh

— Entonces porque te vas de casa y me dejas todo a mí, se supone que somos dos aquí, pero últimamente ni siquiera paras en casa a menos que se traté de eso...

— De qué hablas, estuve aquí ayer en la mañana y vine a dormir.

— Tuve que lavar tus calzones, y se que somos bros, pero eso es otro nivel de bros Taehyung.

— Jungkook — advirtió.

— ¿Pensaste que no me daría cuenta?— sonrió de lado cruzándose los brazos contra su pecho — ¿Sabes cuánto me costó contratar ese servicio de limpieza?

— Ahhh lo pagaré todo.

— La última vez que cogí en la sala me dejaste durmiendo en el patio trasero Kim, pero ahora tú -

— ¡YA DIJE QUE TE LO PAGARÍA NO SIGAS! — grito avergonzado entrando a su habitación y cerrando la puerta con fuerza.

— Porque siento que convivo con un crío y que ese crío es mí hijo — murmuró sintiendo un escalofrío recorrer su cuerpo — Dios no lo permita .

Debió pensarlo mejor en el jardín de infantes cuando recibió una paleta de su parte, Taehyung  estaba en primer grado en ese entonces, nunca imaginó que sería el sello de su eterna amistad. O tortura.

— Aunque ya ni me registra— suspiró.

Desde que su noviazgo con Hoseok comenzó, había perdido a su mejor amigo, al menos tenía a Yugyeom, se conocieron en quinto de secundaria ya que iban en el mismo salón, pero últimamente, también lo dejaba plantado por su pareja.

— ¡Espero no vuelvas a coger en la sala!— gritó con una sonrisa mientras entraba a su habitación.

Tenían reglas y una de ellas era no tener intimidad en ningún otro lado de la casa que no fueran sus habitaciones. Pero curiosamente, había descubierto condones debajo del sillón e incluso en la cocina. Jungkook no quería ni imaginar lo que esos asquerosos habían hecho en su casa por lo que avergonzado, contrató a un servicio de limpieza, la vergüenza fue aún más grande cuando descubrió que todas eran mujeres mayores que mientras limpiaba lo juzgaban con su mirada.

— Y ahí estás — sonrió acercándose a la ventana.

Jimin se encontraba durmiendo sobre su escritorio con su laptop a un lado. Pensó que quizás estuvo escribiendo todo el día por lo que suspiró y lo observó por varios segundos antes de alejarse de allí para vestirse y regresar minutos después de eso cuando el mayor ya había despertado.

— ¿Logró descansar, Hyung?

— ¡Cielos!— brincó repentinamente mirando en todas direcciones hasta dar con él.

Poniéndose de pie, Jimin se acercó y lo observó a través de la ventana.

— ¿Qué haces allí?

— ¿Qué hago en mí habitación? La verdad no lo sé, también me lo preguntó la mayoría del tiempo y-

— Sabes a qué me refiero — bufó con una pequeña mueca.

Jungkook rió y lo observó apoyándose en el marco.

— ¿Qué?

— Te ves lindo cuando duermes— soltó repentinamente tomando por sorpresa a Jimin.

— Creo que deberías tomar un baño, estás delirando— suspiró.

Yo te ayudo|• KookMin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora