Yo te ayudo|• KookMin

🍓 Capítulo Veinticinco 🍓

— Te gané — se burló Yugyeom.

Jungkook lo miró molestó, últimamente estaba perdiendo sus habilidades en los juegos. Debía recuperarse pronto.

— Ahh tanta victoria me dió hambre — se puso de pie Yugyeom — ¿Quieres algo de comer?

— No, estoy bien, reiniciare la partida una vez más, debo regresar a estudiar luego — murmuró.

Yugyeom asintió y se marchó a la cocina para ver si había quedado algo de comida.

— Solo una más y— calló al oír el timbre — Eh — se puso de pie — ¡Yo voy!— aviso.

—¡Okay!

Al abrir la puerta, Jungkook se encontró con esos oscuros ojos cafés que lo miraron sorprendidos.

— Tú quién eres — murmuró con su ceño fruncido.

— Disculpa— sonrió.

— No compramos nada de la callé, lo siento, tampoco tenemos algo que donar, está no es mi casa, pero si gustas puedes preguntar en la casa de al lado, la señora Song siempre tiene ropa que donar — sonrió intentando cerrar la puerta.

— Perdona, pero no me equivoqué de casa. Soy Eun Woo, ¿tú eres?— sonrió.

Finalmente se conocían. Jungkook lo quedó viendo con su ceño fruncido sin dejarlo pasar.

— No sé quién eres.

— Soy amigo de Jimin.

— Amigo.

— Si al menos por ahor— calló cuando la puerta se cerró en su rostro.

— ¿Quién era?— preguntó Yugyeom.

— Un vendedor ambulante — murmuró Jungkook sentándose en el sofá.

Él timbre sonó nuevamente y dejando su tazón de arroz sobre la mesa, Yugyeom abrió la puerta encontrando al mayor allí.

— Hyung.

— Hola.

— Carajo — sonrió avergonzado — Disculpalo, es tímido y algo antisocial — dijo refiriéndose a Jungkook — Los emos son así.

— Ya lo creo — rió mirando al pelinegro de reojo.

— ¿Vienes por Jimin Hyung?— preguntó y este asintió — Creo que no podrá ser hoy, me pidió que te avisará que se quedará hasta tarde en la universidad con un grupo de amigos para un trabajo, Hobi hyung lo traerá a casa.

— No me dijo nada…

— Su teléfono tuvo un paro cardíaco, lo llevó a reparar y se lo entregan mañana.

— Ya veo— sonrió— En ese caso, dile que me llamé, tenemos una cena pendiente.

— Le diré — asintió — Nos vemos.

— Adiós — se despidió mirando por última vez al pelinegro.

— No voy a preguntar porque temo que mis sospechas sean ciertas — dijo Yugyeom una vez cerró la puerta.

— No sé de qué carajos hablas, ven a jugar — dijo Jungkook con una mueca.

[...]

Jimin llegó a casa junto a Hoseok, cuando entraron vieron que Yugyeom se encontraba con Jungkook frente al televisor. Al verlos ambos tenían sus ojos rojos.

Una partida se convirtió en diez seguidas.

— Malditos — suspiro.

Hoseok trajo la cena por lo que invitaron a Jungkook y a Taehyung a comer con ellos.