🍓 Capítulo Cinco 🍓

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Era algo ridículo, estúpido y sin sentido. ¿Cómo es que ese mocoso hijo de Mariah Carey se atrevía a decir algo así?

— Pendejo estúpido…— bufó molesto intentando concentrarse en la historia— Mierda, esto es complicado — susurro con sus ojos brillosos.

— Vas a decirme a quien carajos estás insultando, es difícil seguirte el ritmo cuando pareces estar ignorando mí presencia Park — habló Taehyung.

Jimin pegó un grito a lo alto —¡¿Desde hace cuánto estás ahí?!

— Media hora— sonrió tiernamente estirando su cuerpo sobre la cama— Hobi aún no llega y estaba aburrido.

— Entonces tu -

— Seh, te vi sacarte ese moco y mirarlo por más de cinco minutos pensando en si comerlo o no— sonrió con burla.

— ¡Obvió no pensaba en eso!— se defendió Jimin — Pensaba en porque era de ese color— confesó cabizbajo con sus mejillas sonrojadas.

— Como sea, ¿qué te tiene tan pensativo?

— Una propuesta sobre algo estúpido, eso es todo — se encogió de hombros — Nada de otro mundo.

— ¿Sobre qué? — pregunto interesado en el tema.

Jimin suspiró— Nada interesante, es solo que— miró al castaño— Aún no puedo escribir nada, y esa persona se ofreció a ayudarme— dijo sin dar nombres.

Taehyung asintió — Bueno, eso sí es interesante Park — sonrió — Es bueno, podría funcionar, no es malo tener ayuda de otros, y por lo visto la necesitas, no puedes dejarme con la intriga del primer libro.

— Lo sé, pero…

— Si lo dudas entonces di que no— aconsejó — Eres genia en lo que haces, se que encontraras tu inspiración nuevamente, además no es tan complicado Park negarte a algo que no quieres, aún así, deberías pensarlo.

— Lo sé— sonrió — El tema es que jamás he pedido ayuda a alguien con mis cosas y se siente extraño hacerlo, más si la persona es un engreído del demonio.

— Que puede ser peor que Jeon Jungkook — dijo con una pequeña mueca — Lo tengo de compañero de piso y hemos sido amigos desde los ocho, creeme que no hay nada peor que vivir con ese pendejo.

Jimin no supo si reír o llorar en ese momento, simplemente optó por asentir con una pequeña sonrisa — Tienes razón.

—Por supuesto— le guiñó— Pero aún así, piénsalo— sonrió — Oh, Hobi llegó — dijo revisando su teléfono móvil — Nos vemos más tarde, si necesitas ayuda solo avisa Park — se puso de pie para luego salir de la habitación.

Una vez solo, el rubio bufó con cansancio. No sabía qué hacer exactamente con Jeon Jungkook. Trabajar con ese chico sería un dolor en trasero para él y quizás hasta perjudique su salud física y mental.

— Es como entrar a la cueva del lobo, aunque en su caso sería una madriguera de conejos asesinos…e insoportables — susurro con un pequeño puchero — No sé si podré soportar eso.

🫐🫐🫐

Y ahí estaba su pesadilla de cada mañana, a ese punto Jimin no podía dejar de pensar en la propuesta del menor, tampoco podía engañarse pues lo estaba considerando desde hacía rato. Ni siquiera durmió bien porque soñó que un conejo con la cara de Jungkook lo perseguía llamándolo "Jirbin".
Algo en su interior le decía que debía decirle que si, al fin y al cabo se inspiró en su cogida para su libro por lo tanto no sería nada extraño.

— Quizás me deje grabarlo mientras lo hace — murmuró para sí mismo — Eso podría funcionar— asintió.

Por otro lado, Yugyeom luchaba por su vida para ganarle en esa partida, habían apostado una pizza y dos latas de cerveza pero él no tenía ni diez centavos para pagarlo por lo que debía ganar sí o sí. Aunque la mirada de su primo en ellos no lo ayudaba.

— Jims, ¡no nos mires que me presionas!— gritó.

Jungkook noto eso y sonrió de lado sin quitar sus ojos de la pantalla —No me importa hyung, puedes admirar mí belleza cuando quieras, no cobró por eso. Aunque vería hacerlo — murmuró para sí mismo.

Jimin se sintió ofendido al ser descubierto — Pendejo del diablo, ¡¿quien dice que te estoy observando?!— hizo una pequeña mueca.

Jungkook quitó la vista de la pantalla para observar al mayor. Yugyeom aprovecho eso de inmediato y logró ganar— Tus hermosos ojos en este preciso momento Jirbin hyung.

— ¡Si, lo hice carajo!, ¡tengo pizza gratis!— festejo Yugyeom con lágrimas en sus ojos — Jims, hoy se come primo, hoy se come.

Jimin frunció su ceño y suspiro entrando a la cocina. Jungkook dejo el mando y lo siguió de inmediato.

— ¿A dónde vas conejo?— preguntó Yugyeom preparando otra partida.

— Por agua, ¿quieres algo?— murmuró camino a la cocina.

— Si, tráeme una botella de agua también— pidió y Jungkook asintió sin darle importancia..

Al entrar a la cocina, Jimin se encontraba sentado en la barra observando su teléfono móvil en sus manos. Jungkook sonrió y se acercó a la nevera.

—Lo que dije ayer hyung, acerca de ayudarte, lo decía en serio.

— Eh

— Se mucho de sexo, literalmente. No quiero exagerar en este aspecto pero se demasiado sobre sexo y podría ayudarte con ello — ofreció.

— ¿Cómo carajos plaenas hacerlo?— preguntó al fin y Jungkook sonrió.

— No pienses mal mí Jirbin— negó — Solo te daré mis sabios consejos.

—¡Ja! Literalmente no haces más que burlarte y molestarme todo el tiempo, ¿cómo esperas que trabaje contigo?— pregunto incrédulo.

— No lo espero, solo te ofrezco mí ayuda y se bien que la necesitas — sonrió de lado— No queda mucho tiempo y hasta ahora lo que tienes es del asco— se sincero.

— Maldito — susurro por lo bajo Jimin.

— Vamos hyung, en verdad deseo ayudarte, se que estás mal con esto— suspiró y el rubio lo observó — Es mucha presión y se acercan los exámenes finales, tener una segunda opinión al respecto no es malo.

— Tienes razón…

— Obvio que la tengo, Jirbin.

— Me dices así una vez más, y te juro que te rebanare con una cuchara y haré un caldo con tus restos para dárselos a los perros.

— ¿Cómo es que escribes romance erótico y no libros de horror?— preguntó curioso.

— Cierra la boca Jeon.

— Déjame ayudarte y lo haré— sonrió.

Jimin suspiró negando con su cabeza, toda esa situación lo superaba en creces. Ese pendejo era insoportable— En tus sueños.

— No provoques al destino Hyung, nunca sabes cómo es que este actuará — le guiño.

— Y tú no me provoques a mí, un día de estos no te tendré tanta paciencia Jeon Jungkook — le recordó.

— Siempre dices eso y jamás me sucede nada

— Nunca digas nunca.

Jungkook trago seco ante la pesada mirada del rubio a su hermosa persona — Creo que iré de regreso, es mejor prevenir que lamentar — sonrió camino a la sala— Aún así, deberías pensarlo cuidadosamente Hyung.

— Como digas — asintio restándole importancia Jimin.

Yo te ayudo|• KookMin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora