Camille Potter era la hermana melliza de Harry Potter. Es una chica bastante bromista al igual que su padre, James Potter, en especial si las bromas eran para los Slytherin.
¿Su vida? Jamás había sido normal, menos con la llegada de los hermanos Rid...
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-¿Está todo bien?- inquiere Fred al ver entrar a Camille a la sala común.
-Sí Freddie.- le sonríe divertida y se deja caer en el sofá a un lado de su mejor amigo.
-¿Confías en mí?- inquiere el chico haciendo que la pelirroja lo mire confundida.
-Sabes que si mi fotocopia favorita.- asiente riendo.
-Rojita, ¿Qué sucede con los hermanos Riddle?- cuestiona cauteloso, Camille cambio su expresión sentándose correctamente en el sofá mientras desviaba la mirada.
Desde la llegada de los hermanos, Fred empezaba a notar que Camille estaba teniendo ciertos cambios, la chica divertida y risueña parecía estar en otro mundo, además de haber notado que la pelirroja muchas veces regresaba a la sala común nerviosa.
-No tengo nada con ellos.- niega levemente.- ¿Por qué la pregunta?
-¿Desde cuándo hablas con un Slytherin así de la nada?- inquiere Fred ladeando la cabeza.- Vamos Camille, tú jamas hubieras aceptado hablar con uno de ellos pacíficamente, literalmente todo Hogwarts sabe que odias a toda serpiente.
-Buen punto.- asiente señalandolo.- Pero te aseguro que no hay nada entre ellos. Ya sabes como son, creen que lo saben todo y que por ser quienes son merecen respeto. Es sólo eso.
-¿Segura?- inquiere dudoso.
-Claro que es eso.- vuelve a asentir.- Si algo llegará a pasar, te lo diré. Eres mi mejor amigo Freddie...- lo abraza de los hombros.- Siempre estaremos juntos hasta que nos hagamos viejos, no podría vivir sin ti.- sonríe sincera, el chico no borró su sonrisa por más que le haya dolido escuchar la palabra amigos.
-Ni yo me podría imaginar una vida sin ti rojita.- le sonríe dulcemente, inconscientemente las manos de Fred se encontraban en la cintura de Camille.
El chico lentamente se empezó a acercar a ella y su mirada se posó en los labios de la chica, la Potter entre abrió la boca procesando lo que estaba pasando, antes de que sus labios se unieran la chica desvió la mirada haciendo que los labios de Fred se posaran en sus mejillas.
-Amm, hay que ir a descansar.- musita Camille poniéndose de pie.- Mañana volvemos con las prácticas.
-Sí, será mejor descansar.- Fred carraspea la garganta incómodo.- Descansa rojita.
-Descansa Freddie.- le sonríe de lado.
Camille subió rápidamente al área de las habitaciones de las mujeres, aún asimilando lo que estaba apunto de pasar con su mejor amigo, ella no entendía a que se debía eso, Camille no lo miraba de esa forma y no creía que Fred también lo hiciera.
