Chapter 7

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Era temprano, quizás aún faltaban unos veinte minutos para que fuesen las cinco de la mañana, no lo sabía con seguridad. Giyuu apenas se había dignado abrir los ojos luego de haber estado durmiendo durante un periodo de talvez once a doce horas aproximadamente, su cuerpo se sentía lo suficientemente cansado como para que no tuviese ansias de levantarse de madrugada ese día, y aunque sabía que a penas era miércoles y debía de asistir al instituto, su mente dejaba en el olvido aquel hecho.

Eran demasiadas cosas las que deambulaban en su cabeza, cada pensamiento que tenía giraba en torno a un tema y pocas veces cambiaba su rumbo. No sabía cuánto tiempo había estado encerrado en su aposento, pues tampoco había visto la hora que eran cuando decidió que lo mejor era estar encerrado, pero aquella desolada oscuridad había empezado a pasarle factura sutilmente con el paso de las horas, y aunque el hambre era uno de sus principales problemas; sentir su cuerpo arder brevemente sin ninguna razón también le agobiaba de sobre manera.

No estaba acostumbrado a tanto pensar, su cabeza solía estar demasiado ocupada con sus respectivas obligaciones que apenas tenía tiempo para darle mente algún tema fuera de lo común, y aunque en esos momentos tenía más preguntas que respuestas, sabía que debía de tomarse uno segundos para relajarse y dejar de pensar en ello.

El frío aire otoñal se había hecho dueño de su habitación completamente, se colaba entre las abiertas ventanas que había olvidado cerrar la noche anterior, mismas ventanas que se encontraban totalmente empeñadas y dejaban caer ligeras gotas de agua gracias a la humedad dejada por el frio.

Su mirada también había logrado apreciar una pequeña bandeja de comida cerca de su puerta, no recordaba haberla visto anteriormente allí, así que dedujo que está había sido dejada por su hermana en algún momento luego de que se quedará dormido.

Sabía que Tsutako estaba preocupada, no siempre tenía la oportunidad de verlo llegar tan extraño a casa y encerrarse durante horas en su habitación sin salir a comer algo en el proceso, tampoco le había dado explicaciones o alguna razón válida que excusara su comportamiento, así que era normal que estuviese algo preocupada. Pues, entre muchas de las cosas que, quizás, la femenina no quisiera aceptar, Giyuu tenía demasiado problemas tanto físicos como mentales, y aunque para nadie aquello era un misterio teniendo en cuenta lo que él había vivido hasta ahora, Tsutako sentía la necesidad de ayudarlo aún sabiendo que Giyuu no quería ayuda, menos la suya.

Y talvez lo que sentía hacia su hermana era rencor o hasta odio, ni siquiera él tenía una descripción específica para identificar lo que realmente sentía hacia su propia hermana y cuñado, sin embargo solía referir aquel sentir como una molesta y constante decepción hacia Tsutako, por sus acciones y decisiones tomadas tanto en el pasado como en el presente. Más por la muerte de sus padres hacia diez años atrás.

Aún tenía recuerdos sobre aquello y aunque aveces simplemente odiaba tener aquel momento presente en su cabeza, no podía olvidarlo así por así, pues por más que quisiese dejarlo en olvido y vivir una vida común y corriente, Tsutako siempre lograba provocar que aquel recuerdos volviese a su mente de alguna forma u otra. Aunque no lo hiciese intencionalmente, pero lo hacía al fin y al cabo.

Giyuu termino dejando salir un extenso suspiro antes de simplemente quitar las abrigadas cobijas, dejando su semi desnudo cuerpo a la merced del frío aire que reinaba en su habitación. Sus pies descalzos tocaron el frío piso de cemento en un movimiento rápido, sintiendo breves escalofríos recorrer su cuerpo ante aquella acción que ignoro para dirigirse hacia una esquina y cerrar las molestas ventanas que había olvidado cerrar.

Las luces de su habitación fueron encendidas y su mirada busco acostumbrarse a la repentina claridad. La alarma aún no sonaba así que suponía que aún tenía tiempo de sobra como para darse una buena ducha con agua tibia y luego prepararse una delicioso café antes de simplemente tener la necesidad de irse a la escuela como todas las mañanas. Sus sobrinos también estaban despiertos, eso lo supo por los breves murmurós que se escuchaban en los pasillos y aunque quisiera salir y preguntarles porque hacían tanto ruido, prefería simplemente buscar la ropa que usaría ese día y esperar que cuando saliese no hubiese nadie en el pasillo.

𝗕𝗨𝗥𝗡𝗜𝗡𝗚 「SaneGiyuu」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora