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Sanemi tenía dos grandes problemas en esos instantes.
Pero, ¿De quién era la culpa?.
Obvio que era suya por no aclarar ciertos puntos desde el comienzo, aún sabiendo que tarde o temprano aquella situación se llevaría a cabo y para él sería imposible aclararla por completo de una vez.
Giyuu podía ser como quiera que fuera, pero aquel carácter capaz de mandar a la mierda a medio mundo no se lo quitaba nadie por más que lo intentará; mucho menos él. Y quizás aquella repentina situación había activado una bomba de desconfianza en Giyuu, porque Sanemi no podía evitar ser espectador de aquella mirada cargada de decepción y ansias de llorar que poseia su Omega.
Y todo era gracias al pequeño ser que, por desgracia de la vida, llevaba tanto su apellido como su sangré.
Tadeo Shinazuwaga;
Aquel pequeño e insignificante niño era el producto de su amor por Kanae años atrás, había salido de una de esas noches íntimas que ambos habían tenido y era el causante de cada uno de los dolores de cabeza de Sanemi desde el primer instante. Era ilógico e inhumano decir que consideraba al crio como su hijo cuando no era así, nunca lo vio como un ser querido, sino como una maldita distracción que ponía su trabajo y quizás hasta su vida en riesgo.
También era capaz de decir con orgullo que Tadeo fue la causa por la que se separó totalmente de Kanae; un niño era demasiada responsabilidad para alguien que ya de por sí tenía bastantes responsabilidades encima. Y todo hubiese seguido de no ser porque Kanae se negó a abortar, cosa que solo provocó mas frustración en él y lo acercó a un peligro mayor al que corria siempre, por ello quiso simplemente quitarse aquel problema y mando a eliminar al niño, desgraciadamente se le presentaron unos problemas y tuvo que salir del pais y olvidarse de absolutamente todo su plan, obligándose asi mismo a mantener al niño con vida y siendo algun tipo de padre presente económicamente y ausente presencialmente.
━━¿Dónde está tu madre? ━━se atrevió a cuestionar luego de unos segundos, sacudiendo ligeramente su pie para separar al niño de él. ━━¿Y porque estás aquí?.
━━¿Mamá? No sé, dijo que saldría de viaje durante unas semanas... ──contesto el niño con una sonrisa. ──Mami me dió a elegir entre tu y la abuela, así que vine a visitarte.
━━¿Me estás viendo...?
━━...si, papi.
━━Pues que bien, porque como ya me viste te podrás ir con tu abuela.
━━ Pero...
Sanemi le dió una simple mirada al niño para callarlo, observando como este agachaba la mirada y soltaba ligeros sollozos gracias a su, no tan extraña, manera de tratarlo.
━━Sientate en una esquina sin hacerme enojar, me ocuparé personalmente de llamar a tu fastidiosa madre y comprarte el primer vuelo devuelta a corea ──exclamó, dando por terminado aquella conversación y observando como el niño ocupaba una esquina de uno de los tantos sofas repletos de libros aun sollozando. ──Te juro que todo tiene una explicación.
