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¿Cómo se le dejaba en claro a alguien que no quiere entender, que por más que lo intente, siempre obtendrá el mismo resultado?.
En su primer año de secundaria descubrió que, entre millones de omegas que habían en el mundo, Kochou Shinobu se había obsesionado específicamente con el que estaba más defectuoso en todo el instituto Kitmesu no academy, osea; él.
No comprendía de donde había nacido aquella repentina atracción hacia él, no recordaba haber entablado una conversación con ella en sus primeros dos años de secundaria, ni siquiera recordaba haber sabido de su existencia hasta el dia que su primer carta acompañada por una caja de bombones apareció mágicamente frente a su casillero con sus iniciales grabadas con una pluma de punta suave sobre un beso con labial rosado.
Al principio, luego de aquel obsequió, no le puso mucha atención a quien era realmente K.S; ciertamente no le interesaba lo suficiente como para ponerse a indagar más fondos, no cuando recibía regalos costosos casi siempre con sus iniciales pero nunca se presentaba ante él directamente. Sabito también era algo cuidadoso con ese hecho, pues en una de las cartas que solía dejar para él, K.S mencionada saber quién era realmente, refiriéndose a su situación de Omega Recesivo con varias frases y palabras para nada indiscretas.
Así que, aquella era otra razón por la cual se mantenía distante;
Hasta ese día.
Sus recuerdos no eran muy buenos, pero a finales de su segundo año de secundaria los del último año decidieron hacer una fiesta de despedida, tanto él como Sabito asistieron y mientras el alpha de melocotón aroma buscaba unos tragos, aquella alpha de agridulce personalidad se había presentado ante él, como; Kochou Shinobu.
Tardó aproximadamente unos diez minutos en darse cuenta de la situación, siendo bastante honesto ante aquel hecho y explicándole a la chica que agradecía mucho sus obsequios pero que él no deseaba tener una relación, mencionando en varias ocasiones que era un Omega defectuoso y que ella merecía a alguien más. No quiso sonar grosero, pero a la semana de ello, entre los pasillos del instituto el hecho de haber rechazado a la famosísima Kochou Shinobu, lo había colocado en una situación algo delicada, dónde era acosado constantemente, agredido verbalmente y constantemente defendido por Sabito.
Todos lo culpaban de haberle roto el corazón a la alpha más dulce del instituto, y aunque podría ser cierto, no había razón para agredirlo de tal manera.
Y toda aquella mierda los guío a ese momento en el presente, dónde devolver aquel ramo se había convertido en la actividad principal que tanto Sabito como él harían antes de almorzar, por ello cuando la campana sonó ambos se levantaron y abandonaron el aula Sabito con el ramo al hombro.
Los estudiantes los miraban al caminar y con la mirada parecían saber lo que pasaría próximamente, así que se habían centrado en seguirlos disimuladamente hasta que ambos estuvieron frente a Kochou Shinobu.
