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Estaba agotado. Sanemi en esos momentos era un completo lío de papeles y documentos que debía de revisar, pues haber dejado a su hermano a cargo de sus labores no había sido una de las mejores ideas que se le habían ocurrido; pero no podían simplemente juzgarlo o reclamarle por su decisión pasada; él, fielmente, creyó que Genya había dejado de ser tan inmaduro como antes, y pondría de su parte. Más estuvo equivocado.
Su hermano menor hizo todo menos lo que debía de hacer, y aunque estaba los suficientemente enojado como para simplemente tomar una pistola y volarle la cabeza en cuestión de segundos, se repetía incontables veces en la cabeza que debía de mantener la calma y buscar las posibles soluciones a todos los problemas que poseía, entre ellos uno de los más importantes; La organización.
Genya había hecho de la organización un poblado total; había contratado a personas que no sólo no tenían la mínima experiencia, sino que quizás uno o dos podían ser hasta espías infiltrados. Y lo que realmente le era preocupante, era pensar que sus posibles planes futuros estuviesen siendo filtrados al enemigo o a la policía Japonesa.
━━Esto es demasiado. ━━exclamó en un pequeño suspiro cargado de molestia y cansancio. No entendía como se le había ocurrido a su yo del pasado dejar a Genya a cargo no sólo de la empresa, sino también de la organización.
"Muy bien que me lo dijo Obanai".
━━Señor Shinazuwaga, ¿Se encuentra bien?. ━━Aleix, un bonito omega que trabajaba como uno de sus secretarios privados, había ingresado a la oficina luego de dar dos pequeños toquecitos a su puerta. Trayendo entre sus pequeñas manos dos cafés calientes de alguna cafetería cercana.
Sanemi soltó un suspiro ante la presencia de aquel joven chico, habían sido una larga semana llena de estrés y dolores de cabeza, así que con la compañía del omega no estaba de más dejar el papeleo de un lado para sumergirse en un pequeño éxtasis de placer durante unas horas.
━━Estoy bien. ━━murmuro, escuchando una pequeña risa de parte del omega que prontamente había colocado uno de aquellos cafés sobre su escritorio mientras que tomaba asiento en los pequeños sofás de enfrente.
━━Se ve estresado. ━━exclamó, sonriendo con picardía.
Sanemi simplemente soltó una ligera risa ante el tono tan pícaro que usaba el omega frente a él, dejándose guiar lentamente por el ambiente y finalmente relajándose ante la presencia del muchacho frente a él.
Aleix era uno de los omegas más hermosos e inteligentes que trabajaban en su empresa; era uno de sus secretarios privados, por lo tanto su trabajo era mayormente estarlo siguiendo de un lado a otro.
También habían intimidado en un par ocasiones. Sanemi no era alguien de relaciones de larga duración, pero luego de su incidente con su anterior pareja, había mantenido un noviazgo con Aleix durante un periodo de un año y cuatro meses, disfrutando mayormente del rico sexo que ambos solían tener cada que se les daba la oportunidad. No importaba donde estuvieran, mientras ambos estuviesen excitados estaba bien.
