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Si había algo con lo que Sanemi no podía lidiar bien, eran con el estrés.
Tener muchas responsabilidades encima le ponía tenso el cuerpo, su malhumor crecía fuertemente, y mientras su cabeza buscaba la solución a mil problemas, él tenía que resolver otros mil por su propia cuenta. No sabía cómo ocupar el estrés para su propio uso, siempre que se estresaba recurría al sexo urgentemente, pero había un problema; uno que no consideraría muy grave si no tuviera la necesidad de respetar el hecho de que estaba con Giyuu.
En sus momentos de estrés el sexo debía de ser duro; no importaba mucho si lastimaba a su acompañante sexuAl en ese instante, siempre buscaba quitar todo rastro de estrés y molestia de su cuerpo, comportándose con un canalla o un maldito animal en la cama mientras disfrutaba más del dolor y sufrimiento de su acompañante, que del placer mismo.
Y el problema era ese. En esos momeNtos tenía que tener en cuenta que su Omega era Giyuu, que no podía simplemente ir y acostarse con otras personas para quitarse el estrés, pero tampoco podía simplemente desquitarse con él y hacerle dañó, pues Giyuu es un inExperto que le brindo la confianza de su cuerpo y el un maldito animal que se aprovechó de ello.
Suspiro. Sus Manos tomaron la fina copa de vino que reposaba sobre un porta vasos en su escritorio, bebiendo el contenido de una mientras observaba las cuatro botellas vacías que también reposaban sobre el escritorio en todo su esplendor.
No estaba acostumbrado a tomar más de lo debIdo, se conocía lo suficiente como para saber cómo se ponía cuando tomaba hasta embriagarse, sin embargo tenía tantas cosas en la cabeza, tantos problemas por resolver y tantas preguntas con pocas respuestas, que tomar fue su única solución. Y eso, que aún no destapaba la botella de Whisky que había en el mini bar dentro del departamento.
Unos golpecitos En la puerta de su oficina le hicieron fruncir el ceño. Eran aproximadamente las dos de la madrugada, así que la persona que estuviese tocando en su oficina en esos momentos, debía de ser solamente Giyuu, a quien muchas horas atrás le dijo que terminaría unos cuantos documentos e iría a acostarse con él inmediatamente. Pero no lo hizo y Se quedó tomando como un desquiciado.
━━Nemi... ━━aquel pequeño llamado fue suficiente para hacerlo levantar con algo de dificultad, el alcohol había hecho su efecto y el se había empezado a sentir mareado. Aunque no lo suficiente como para decir que estaba borracho.
Abrió la Puerta de su despacho y observo con una ceja alzada el precioso cuerpo semi desnudo de su Omega, quien con una carita embobada, el cabello todo disparado y vistiendo simplemente con una de sus camisas blancas -especialmente con la que había asistido al trabajo la mañana anterior- dejando a la vista la mitAd de sus muslos y piernas.
¿Que llevaba debajo?.
Sus rodillas tocaron el frío suelo, quedando a la altura del precioso Omega que parecía confundido ante su repentina acción, quedando shokeado cuando guío sus manos a sus nalgas y las apretó fuertemente antes de jalar de él y acercarlo a su cuerpo.
