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Despertar en una habitación extraña luego de no saber de nada de ti mismo, no era la mejor forma de empezar un nuevo día después del celo; Giyuu estaba consciente de eso.
Eran aproximadamente las nueve de la mañana cuando decidió despertar, su desnudo cuerpo era envuelto por unas finas sábanas blancas que a penas lo cubrían un poco del frío aire acondicionado que reinaba en aquella extraña pero inmensa habitación donde se encontraba en esos momentos.
Sus pensamientos eran borrosos y a penas recordaba haber estado en una oficina en compañía de Sanemi, quien detrás de un escritorio lo observaba molesto por el golpe en su mejilla. No había nada más después de aquel recuerdo que le aclarará lo que había pasado como para que terminara en aquel lugar, mucho menos algo que le hiciese entender o saber dónde coño estaba y la razón por la que estaba desnudo en medio de aquella gran y cómoda cama.
Tampoco sentía nada diferente en su cuerpo ademas de un ligero y casi insentible dolor en su parte trasera; nada más ni nada menos.
Así que termino levantándose, esperando unos cuantos minutos sentado a orillas de la cama hasta enfriarse lo suficientemente como para pisar descalzo el helado suelo de madera debajo de sus pies. De mientras, su mirada recorrió la enorme habitación, percatándose de que en esta había un sobresaliente armario de puertas corredizas color gris que adornaba una pare casi completa, viéndose muy costoso y bonito. También habían bonitos cuadros de colores oscuros en algunas esquinas, siendo uno de los más bonitos el que adornaba una esquina, donde unas cortinas grises cubrían lo que Giyuu supuso que era un balcón gracias a la poca claridad reflejada en las cortinas.
También había un bonito escritorio en una esquina, con una bonita decoración opaca y una bonita maceta blanca donde una plantita se asomaba tranquilamente.
Y por unos meros instantes, Giyuu dudaba de si aquella habitación pertenecía a algún hotel que él mismo pudiera costearse o si en realidad estaba en la habitación de alguien que no conocía o no recordaba.
━━¿Todo bien, cachorro?. ━━a sus espaldas, la ronca y mañanera voz de un hombre resonó haciéndolo pegar un pequeño brinco por el sustos y obligándolo a girar casi de inmediato para ver al dueño de tales palabras.
━━¿Sanemi?. ━━Giyuu observo al hombre con algo de asombro en su mirar, notando casi de inmediato la húmeda de su semi desnudo cuerpo y la toalla blanca que rodeaba su cintura dejando al descubierto su voluminoso cuerpo lleno de cicatrices.
━━¿Uhm?. ━━Sanemi respondió al llamado con un simple sonido, observando al omega desde su posición detallando cada movimiento que esté mismo hacia. ━━¿Que sucede?. ━━cuestionó luego de unos segundos en silencio.
━━... ¿en donde estamos?. ━━giyuu se mostró confundido, levantándose de aquella cama envuelto entre las sábanas para cubrir su desnudes; acción que solo provocó una mueca en el rostro del Alpha, quien por poco hasta le exploraba los intestinos.
