¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Fue a las ocho treinta de la noche que la celebración de diez años de las empresas Shinazuwaga dió comienzo.
Había muchas personas vistiendo costosos atuendos de marca, reluciendo sus elegancias frente a los otros mientras desprendían ese molesto aire de multimillonarios por todas partes. El salón principal de la empresa estaba decorado con preciosos diseños que hacían ver todo aún más lujoso y costoso, mesitas largas con cómoda y bebida le daban la bienvenida a múltiples personas que con hipócritas sonrisas estrechaban la mano del propietario de tal empresa mientras buscaban retomar una buena conversación con él.
Sanemi era aquel propietario que daba la bienvenida a sus invitados con un arduo apretón de manos.
El alpha, quien ademas de ir vestido con un costoso traje gris hecho a la medida y ceñido a su impotente cuerpo, se encontraba de pie frente a la entrada de su empresa junto a su mano derecha; ambos alphas dándole la bienvenida a los invitados y alegando sus vestimentas con una sonrisa que nadie tomaba con doble sentido o significado.
Giyuu se encontraba entre ellos dos. De pie, vistiendo un bonito atuendo casual pero elegante que consistía en una simple camisa blanca de botones, con unos pantalones lisos de color negro y unos zapatos bajitos del mismo color que el pantalón, también llevaba su cabello recogido en una despeinada coleta que le hacía ver muy más tierno de lo que aparentemente era. Y para la desgracia del alpha, en el transcurso de la bienvenida, muchos alphas se le habían quedado viendo e habían intentado acercarse a él.
Sanemi siempre era el primero en reaccionar y se colocaba frente a él impidiendo algún acercamiento por parte de alguno de sus socios o algún invitado en específico; no permitía siquiera que le diesen la mano pues luego de ello habría un beso en su palma que el alpha no tolerará en lo absoluto.
━━¿Dónde está Kanroji, Obanai?. ━━cuestionó, observando como sanemi se apartaba un poco para saludar a un señor mayor que acaba de llegar.
━━En casa de sus padres. No vendrá.
Eso se le hizo extraño. Kanroji nunca se perdía un evento de tal categoría, no importaba si era de vida o muerte, las fiestas con temática elegante y ricachona eran sus favoritas, pues ahí podía lucir su majestuoso cuerpo sin ser criticada en el proceso, así que si, era bastante extraño que haya decidido no asistir aquella noche.
Fueron cuarenta largos minutos los que pasaron, todos los invitados se encontraban en el interior del establecimiento así que lentamente, se dirigieron a la mesa principal donde solo Giyuu tomo asiento, pues los dos alphas se habían quedado de pie tras acercarse una bonita mujer de cabellos blancos y aura pacífica.
━━Amane-san, es un placer para nosotros recibir su presencia en esta pequeña celebración. Déjeme decirle que ese vestido se le ve increíble. ━━Sanemi fue el que hablo, tomando la mano de la mujer para guiarla a sus labios y dejar un corto pero dulce beso en el dorso de su mano.
