A los siete días, los dolores se fueron cesando poco a poco.
Aquella semana había sido dura y complicada. Giyuu no había visto más allá de las opacas cortinas que impedían el paso de la luz natural a la habitación, manteniéndose abrigado bajo las calidas cobijas que abrigaban su cuerpo mientras, como entretenimiento principal, observaba caricaturas en la tv o jugaba en su teléfono.
No había tenido la oportunidad de abandonar la habitación a menos que fuese algo importante, Sanemi se encargaba de cuidarlo, aunque la mayor parte del tiempo no se encontrará en el departamento, pero siempre procuraba que tomara los medicamentos, que durmiera bien, que la temperatura del agua a la hora de ducharse estuviera caliente y demás cosas que poco a poco hacian sentir a Giyuu como un niño mimado completamente.
Agradeció cuando los dolores cesaron casi por completo al séptimo día, pues esa mañana tuvo la oportunidad de levantarse de la cama y tomar una pequeña ducha sin sentir tanto dolor ante sus propios movimientos.
Cambiarse no fue un trabajo tan complicado y bajar las escaleras hacia el salón principal menos.
Fue una mañana tranquila, quizás mejor que otras mañanas. Sanemi no había salido mucho de su oficina, constantemente recibía llamadas ocasionales y era participe de algunas video-conferencias que ocupaban una o dos horas de su tiempo. Aunque, a pesar de lo ocupado que parecía estar esa mañana, sanemi había abandonado sus labores por unos cuantos minutos para saber cómo estaba, preparando el desayuno y luego procurando que tomase sus medicamentos antes de volver a su oficina.
Eso hacía sentir a Giyuu entre incómodo y feliz; consideraba que su alpha le estaba brindando atención por encima de sus obligaciones, dejando de lado aquello que le producía dinero para procurar que él estuviera bien y tomara los medicamentos, sin embargo, tenía un punto de vista muy contradictorio, pues ademas de sentirse super alegre y feliz por la atención, consideraba que sanemi debía de centrarse en su trabajo y responsabilidades, dejarlo a él en segundo plano ya que parecía estar sobrecargado de ocupaciones y él solo era una distracción.
Aunque claro, aquello último no se lo diría ni en broma.
Conocía lo suficiente al Shinazuwaga como para saber que sería capaz de golpearle o hasta mirarle feo por tener aquel tipo de pensamientos.
La mañana continúo, con él suspirando constantemente. Al estar medio libre sin la necesidad de estar encerrado entre sus aposentos, encontrar actividades para hacer era bastante difícil. Se había aburrido de ver caricaturas y usar su teléfono, tampoco quería dormir tanto ni imaginarse escenas en su cabeza como acostumbraba hacer mientras estuvo encerrado. Lo único que quería era una actividad para entretener la mente.
━━Quiero salir... ━━aquel pequeño comentario fue inoportuno hasta para él mismo.
Tras ver cómo sanemi salía de su oficina estirando su cansado cuerpo, no fue capaz de mantener al margen su aburrimiento y debido a ello termino soltando aquellas dos palabras que eran suficientes como para avergonzarlo hasta a él mismo.
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𝗕𝗨𝗥𝗡𝗜𝗡𝗚 「SaneGiyuu」
Fanfiction𝗕𝗨𝗥𝗡𝗜𝗡𝗚 | Porque él era un ángel que cayó bajo los encantos de un cruel demonio. Donde Tomioka es un omega recesivo que se ...