❞𝑻𝒊𝒆𝒏𝒆𝒔 𝒖𝒏𝒂 𝒅𝒆𝒖𝒅𝒂 𝒄𝒐𝒏𝒎𝒊𝒈𝒐, 𝒑𝒓𝒆𝒄𝒊𝒐𝒔𝒂, 𝒏𝒐 𝒊𝒏𝒕𝒆𝒏𝒕𝒆𝒔 𝒊𝒈𝒏𝒐𝒓𝒂𝒓𝒍𝒂.❞
Jeon Jungkook es el mafioso mas buscado, tanto en Corea del Sur como en el exterior. Es un hombre arrogante, calculador, frío, serio, compet...
Unas horas mas tarde vi como Hanna intentaba no cerrar los ojos. Hice que dejará su cabeza apoyada en mi hombro y ella me miró de inmediato.
— Duerme — Susurré cerca de su rostro
— No, me iré a casa y dormiré en mi cama — Intenta levantarse y yo la detuve.
¿Cómo es que podía ser tan terca?. Otra chica ya estaría encantada durmiendo en mis brazos.
— No hagas que lo repita dos veces — Volví a poner su cabeza en mi hombro y ella suspiró.
— Solo porque tengo sueño — Murmura cerrando sus ojos y yo sonreí ladino.
Hanna se acercó mas a mi cuerpo y dejó su rostro escondido en mi cuello. Mordí mi labio inferior al sentir su respiración en aquella zona tan sensible para mí.
Apreté su cadera y deje mi mano derecha en su muslo desnudo.
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Salí de aquel lugar con Hanna entre mis brazos y ella se acurrucó mas en mi pecho cuando el frío nos golpeó. Uno de mis hombres me abrió la puerta de la camioneta y yo me adentre con Hanna dejándola en mis piernas.
Ella estaba profundamente dormida.
El chofer se pone en marcha y alcance a ver como mis amigos se subían a sus autos sanos y salvos. Supongo que cada uno se iba a su casa.
Minutos después llegamos y yo bajé con Hanna aún entre mis brazos, me adentré a mi mansión y luego subí hasta mi habitación. Abrí la puerta como pude y luego la cerré con mi pie.
La dejé encima de mi gran cama y luego quité aquellos tacones. Le di una mirada a todo su cuerpo y luego la abrigue bien para no caer en tentación al verle su cuerpo.
Me quité mi camisa y luego me quité lo demas para el final solo ponerme un pantalón de pijama sin nada mas debajo y dejando mi torso desnudo.
Apagué la pequeña luz que siempre dejaban prendida. Me acosté a su lado izquierdo sin tocarla y sin acercarme mucho a ella. Cerré mis ojos y luego de unos segundos sentí un peso en mi hombro derecho.
— Mira nada mas — Murmure en la oscuridad.
Me puse de lado y sentí como su pequeña mano rodea mi cintura hasta que deja su mano en mi espalda baja. Pase mi mano derecha por su cintura y la apegue a mi cuerpo haciendo que su aliento chocara con mi pecho desnudo.
Nunca he dormido en mi cama con una mujer, esta era la primera vez que sucedía.
