𝐌𝐚𝐟𝐢𝐨𝐬𝐨 𝐩𝐨𝐬𝐞𝐬𝐢𝐯𝐨 |𝐉𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤

🖇️𝚅𝚎𝚒𝚗𝚝𝚒𝚜𝚎́𝚒𝚜🖇️

Contenido delicado, hay violencia en este capítulo. Lean bajo su responsabilidad y no se traumen.

•••

Maratón
3/3.

Jungkook;

Me encontraba en mi silla giratoria, esperando a que aquellos dos guardaespaldas llegarán. Sólo les quedaban dos minutos, y si no llegaban en dos minutos yo me encargaría de irlos a buscar y matarlos. Ya después miraría que excusa le pondría a Hanna cuando ella no los vuelva a ver. Decidí fumar otro cigarrillo y rápidamente lo termine dejando la colilla en el cenicero que se encontraba encima de mi escritorio. Justo cuando faltaban dos segundos, aquellos hombres aparecieron arrastrando a dos chiquillos, suponía que eran un poco menores que mi persona.

Ellos llegaron frente a mí escritorio y aquellos dos jóvenes abrieron sus ojos como platos al verme, sus rostros palidecieron más de lo normal y no dudaron en hacer una reverencia. Me levanté de mi silla y apoyé mis manos en el escritorio mientras los miraba con frialdad, con seriedad y con cara de querer matarlos ya mismo. Ellos bajaron la mirada y yo los detalle bien. Uno de ellos era delgado, su cabello era naranja y tenía algunos tatuajes. El otro era un poquito más musculoso, su cabello era morado, tenía más tatuajes que su amigo y podía notar un piercing en su nariz.

— ¿Tienen idea del por qué están aquí? — Mi voz fría se dejó escuchar por todo el almacén

— N-no señor — Respondió el de cabello morado — No hemos hecho nada, señor Jeon.

Reí con sorna y luego golpeé el escrito con fuerza haciendo que ellos dos brinquen en sus lugares.

— Hoy, más o menos a las siete o seis robaron a una chica — Vi como sus cuerpos se tensaron — ¿Que hicieron con sus cosas?.

— L-las vendimos — Habló asustado el peli naranja.

— Las vendieron — Repetí soltando una risa amarga — Debieron mirar muy bien a la víctima del cuál iban a robar — Chasquee la lengua agarrando mi arma — Mírenme — Ordene serio y ellos lo hicieron mirándome asustados — ¿Sabían que esa chica es mi mujer?.

Ante mis palabras ellos me miraron con temor en sus ojos, sus rostros estaban pálidos que hasta supuse que en cualquier momento se iban a desmayar. Los vi tragar con fuerza y las manos de uno de ellos temblaron llamando mi atención.

— Fuiste tú — Lo miré con seriedad y rodeé mi escritorio para mirarlo de cerca — ¿No es así? — Ladee mi cabeza mirándolo enfadado

— N-no se de que habla señor, pero si me dice... — Sus palabras quedaron en el aire cuando le pegue un puñetazo seguido de otro más.

El chico cayó al suelo y yo me subí a horcajadas encima de él sin dejar de golpearlo. Su rostro ya estaba demacrado debido a mis golpes y luego me detuve soltando una risa escalofriante. Miré mis manos y estas estaban llenas de sangre.

— ¿Te atreviste a tocarla? ¿Si quiera a pensar en lastimarla?. — Pregunté con frialdad y tiré de su cabello con fuerza haciendo que se queje

— P-por favor, no me mate.

— Me imagino que Hanna te suplico para que la dejarás y tú no lo hiciste, ¿Debería dejarte ir como si nada? — Estampe su cabeza en el suelo logrando sacarle sangre.

Me levanté con brusquedad y miré al otro chico. Este me miró con miedo y empezó a temblar mientras las lágrimas resbalaban por sus mejillas.

— ¡Tu no hiciste nada para impedir que tu amigo la tocará! — Grité con frialdad haciendo que el brinque en su lugar.