𝐌𝐚𝐟𝐢𝐨𝐬𝐨 𝐩𝐨𝐬𝐞𝐬𝐢𝐯𝐨 |𝐉𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤

🖇️𝚅𝚎𝚒𝚗𝚝𝚒𝚝𝚛𝚎́𝚜🖇️

Jungkook;

Hanna tragó en seco y yo sonreí ladino al verla de aquella manera. Sus mejillas estaban rojas y su respiración era pesada. Ella se puso de rodillas y yo sonreí complacido al tenerla a mis pies. Sus pequeñas manos rodearon la base de mi pene con temor y yo la miré divertido.

— Me encantaría ver qué es lo que puedes hacer con esa linda boca — Ella me miró desde su posición con sus mejillas rojas — Pero si no quieres hacerlo no voy a obligarte.

Antes de lo que yo quería estaba lo que ella quería, lo que ella estaba dispuesta a hacer y lo que no. Así que si me dejaba con las ganas no importaba, lo que importaba era que ella se sintiera segura de hacerlo.

— Quiero hacerlo — Murmuró con timidez — Pero no sé cómo hacerlo.

— Imagina que es una de tus paletas favoritas — Le dije simple — ¿Haz visto vídeos para adultos? — Y el sonrojo de sus mejillas me dio la respuesta. Solté una pequeña risa. — Entonces si haz visto esos vídeos, ya sabrás lo que tienes que hacer, ¿Verdad, preciosa?.

— S-si — Susurró asintiendo con su cabeza — Si lo hago mal me dirás, ¿Verdad?.

— Se que no lo harás mal — Fue lo que dije haciendo una coleta simulada en su cabello mojado — Tu besas muy rico, así que me imagino que esa boca hará maravillas con mi pene. — Sonreí ladino al ver su rostro completamente rojo.

Hanna me miró fijamente y luego pasó su lengua por toda mi extensión haciendo que mi cuerpo se estremezca. Jadeé ahogadamente cuando metió mi pene a su linda boca, allí empezó a mover su cabeza con más confianza y más agilidad robándome el aliento. Gemí roncamente cuando succionó mi glande, aún sin dejar de mirarme.

— Oh, nena. Lo haces perfecto — Le dije en un jadeo entrecortado.

Aferré mis manos aún más a su cabello y empecé a mover mis caderas, así follando su boca. Hanna cerró sus ojos y apretó mis piernas. Moví mucho más rápido mis caderas escuchando el sonido de mi polla entrar y salir de su pequeña boca. Sentí como mi pene tocó su garganta pero sin embargo no me detuve, al contrario, moví más rápido mis caderas y mis gemidos se escuchaban por todo el baño. Me quedé quieto e hice que Hanna se tragará toda mi polla. Ella apretó más fuerte mis piernas y sus lágrimas bajaron por sus mejillas.

— Oh, joder — Gemí con voz ronca.

Saqué mi polla de su boca y ella respiraba pesadamente. Un gran hilo de saliva desprendía de su boca y se unía con mi pene. Hanna me miró y yo sonreí ladino al verla de aquella manera.

— E-eso me ha gustado — Me dijo con la respiración agitada. Sus palabras me dejaron sorprendido pero también con una sonrisa maliciosa.

Hanna agarró nuevamente mi pene y se lo llevó a la boca haciendo que jadeé fuerte. Su cabeza se movía con gran agilidad y sus manos masturbaban lo que no cabía en su pequeña boca. Gemí con voz ronca y mi cuerpo tembló cuando ella succionó mis testículos.

— Oh, mierda. Eres buena en esto — Jadeé.

Ella sonrió dejándome sorprendido y luego golpeó su lengua con mi pene. Su mirada estaba fija en mis ojos y aquello me prendió mucho más. Aún tenía su sonrisa mientras masturbaba mi pene y mientras golpeaba mi pene contra su lengua. Hanna succionó mi glande y luego pasó su lengua por toda mi extensión haciendo que todo mi cuerpo vibre.

— Harás que me corra — Le dije ahogadamente y ella sonrió ladina.

Jalé de su cabello sin lastimarla e hice que ella se pusiera de pie. Ataque sus labios con ferocidad y ella correspondió entre jadeos. Disguste de sus labios y los succioné sacándole gemidos entrecortados, luego le di la vuelta e hice que sus pechos pegaran con los fríos azulejos del baño.