❞𝑻𝒊𝒆𝒏𝒆𝒔 𝒖𝒏𝒂 𝒅𝒆𝒖𝒅𝒂 𝒄𝒐𝒏𝒎𝒊𝒈𝒐, 𝒑𝒓𝒆𝒄𝒊𝒐𝒔𝒂, 𝒏𝒐 𝒊𝒏𝒕𝒆𝒏𝒕𝒆𝒔 𝒊𝒈𝒏𝒐𝒓𝒂𝒓𝒍𝒂.❞
Jeon Jungkook es el mafioso mas buscado, tanto en Corea del Sur como en el exterior. Es un hombre arrogante, calculador, frío, serio, compet...
Me quejé de dolor cuando el me pegó una cachetada con fuerza, tanto así que me dejó aturdida y en el suelo. Me llevé las manos a mi abdomen y en lo único que pensaba era en que mi bebé estuviese bien, en qué no le pasará nada y en que resistiera conmigo.
— ¿Quién diría que el mafioso Jeon Jungkook se enamoraría de la hija de su deudor? — Me dijo con burla — Tan hermosa y tan frágil — Hice una mueca de dolor cuando me agarró del cabello con fuerza e hizo que me levantará del suelo — ¿Debería divertirme un rato contigo? — Sentí náuseas cuando me beso la mejilla.
Su mano apretó con fuerza mis caderas y sin poder evitarlo vomité haciendo que el me mire con asco. Su mano me soltó del cabello y yo quedé de rodillas en el suelo mientras vomitaba todo. Al terminar me limpie con el dorso de mi mano y lo miré con mis ojos cristalizados. El sonrió ladino y se puso a mi altura mientras me miraba con diversión.
— Eso fue asqueroso — Me agarró del mentón con fuerza y yo me quejé haciendo que el ría — Mandaré a alguien para que te arregle, está noche serás mía — Mi cuerpo se tenso al escucharlo y negué con miedo
— P-por favor — Mi voz salió débil
— Me encanta que me rueguen — Fue lo que dijo soltándome con brusquedad.
Retuve mis lágrimas lo más que pude y cuando el se fue de aquel sótano rompí en llanto sin poder evitarlo. Todo esto era mi culpa, jamás debí haber salido de la mansión. Debí haberle hecho caso a Jungkook, no debí haber salido de la mansión. Si algo le llega a pasar a mi bebé... será solo mi culpa.
Ven rápido Jungkook, por favor.
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Me empujaron a una habitación y luego me encerraron allí haciendo que me sea imposible salir. Me acerqué corriendo a la ventana y luego la abrí hasta salir al balcón, miré hacia abajo y enseguida retrocedí al ver la altura. No podía bajar por allí, no debía hacer nada que ponga en peligro la vida de mi bebé.
— ¿Piensas huir? — Pegué un brinco en mi lugar al escucharlo y enseguida me gire
— Por favor, déjeme ir — Le dije con mi voz rota
— ¿Realmente piensas que dejaré ir a una mina de oro? — Se burlo — Quiero que Jungkook te busque y me ruegue para que te dejé ir. Que se arrodille ante mi y me supliqué que no te mate.
— Jungkook jamás hará eso — Le informe — Al parecer usted no lo conoce, pero el jamás ruega y jamás se arrodilla ante alguien, y mucho menos si esa persona es su mayor enemigo.
— El que no lo conoce eres tú, linda. — Se acerco a mi y yo retrocedí haciendo que el ría — Jeon haría todas esas cosas solo por ti, ¿Y sabes por qué? — Le pegue un manotazo cuando me tocó la mejilla — Porque está enamorado de ti.
