❞𝑻𝒊𝒆𝒏𝒆𝒔 𝒖𝒏𝒂 𝒅𝒆𝒖𝒅𝒂 𝒄𝒐𝒏𝒎𝒊𝒈𝒐, 𝒑𝒓𝒆𝒄𝒊𝒐𝒔𝒂, 𝒏𝒐 𝒊𝒏𝒕𝒆𝒏𝒕𝒆𝒔 𝒊𝒈𝒏𝒐𝒓𝒂𝒓𝒍𝒂.❞
Jeon Jungkook es el mafioso mas buscado, tanto en Corea del Sur como en el exterior. Es un hombre arrogante, calculador, frío, serio, compet...
— Te dije que cuando uno se enamora acepta a esa persona con todos sus demonios.
— No estoy enamorada — Le aclaré — Solo me gusta — Sonreí como tonta.
— Pero andas por ese camino, muy pronto te darás cuenta de lo enamorada y loca que estas por ese hombre — Me dice burlona y yo la mire mal — Así como yo estoy enamorada de Tae. — Sonríe
— ¿No es muy pronto para que digas que estas enamorada?.
— El tiempo no es lo que cuenta — Me dice — Es la química que uno tiene con esa persona — Asentí lentamente — Tu puedes conocer a una persona de años, pero, ¿Y si no ahí química?.
— Buen punto — Murmure.
— No importa si no llevas mucho tiempo conociendo a esa persona, lo que importa es la química que ahí estre ustedes. Esa chispa que los junta — Sonríe y palmea mi hombro — ¿Haz comprendido?.
— Mmm — Asentí con una sonrisa
— Iré a atender — Dice cuando un cliente llegó a la cafetería.
No importa el tiempo que lleves conociendo a esa persona, importa la química y la chispa.
Repetí en mi mente.
Y yo que había dicho que no me iba a dar el lujo de enamorarme de un mafioso, justo como dijo Jia, voy por ese camino. No sabía cómo iba a terminar todo esto, pero deseaba que todo saliera bien con él.
— ¿Cuánto es? — Levanté la mirada al ver a un hombre frente a mí.
Era alto, su cabello era negro y algo corto. Vestía con ropa casual y tenía unas gafas de sol sobre sus ojos. Se veía guapo, su mandíbula se marcaba un poco y se veía algo musculoso.
Él me miró fijamente y yo le respondí.
— 10 wones — El asintió y me tendió un billete grande.
— Puede quedarse con el cambio.
— Oh, ¿En serio? — El asintió — Muchas gracias — Hice una pequeña inclinación.
— No es nada, linda. — Se quitó las gafas para guiñar un ojo y luego giró sobre sus talones saliendo de la cafetería.
¿Me dijo linda? ¿Quién se cree para llamarme así?.
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Salí del club Dumork y me abrigue bien con mi gabán. Empecé a caminar y una camioneta negra me seguía, sabía quién era y simplemente dejé que me siguiera hasta mi edificio.
Luego de minutos llegué y luego me acerqué a la camioneta. Aquel hombre con semblante serio se dejó ver.
— ¿Sucede algo, señora?.
¿Me acaba de llamar señora? ¿Acaso me ve cara de vieja o que?.
— ¿Y Jungkook? — Decir su nombre era algo raro para mí.
