🖇𝚃𝚛𝚎𝚌𝚎🖇

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Una semana después.

Hanna;

Bajé de aquella camioneta y luego me adentré a su mansión. Lo vi a los pies de las escaleras y no pude evitar correr hasta el y lanzarme a sus brazos haciendo que ría. Lo abracé con fuerza y el rodeó mi cintura con sus fuertes brazos.

— Te extrañe — Susurré en su oído.

Después de una larga semana nos estábamos viendo.

— También te extrañe — Me respondió haciendo que una sonrisa curve mis labios.

Me alejé unos centímetros de él y el acunó mis mejillas entre sus manos. Se inclinó y besó mis labios haciendo que mis ojos se cierren al instante. Correspondí a su beso y suspire cuando sus manos bajaron a mis caderas para apretarlas. Mordí su labio inferior, justo el lado que tenía aquel maldito piercing y luego lo jalé suavemente con mis dientes haciendo que el suelte un gruñido.

Me alejé de sus labios con la respiración agitada y sus ojos oscuros estaban fijos en los míos, mirándome hasta el alma y haciendo que mi cuerpo arda sin la necesidad de estar entre las llamas. Su mirada se volvió mas oscura y con un brillo que desconocía, no tuve la oportunidad de seguir mirando sus ojos porque el pegó sus labios nuevamente con los míos, robándome el aliento ya que el beso era más hambriento y rápido. Lo rodeé por el cuello y traté de seguir el ritmo de sus labios. Nuestras lenguas se encontraron y lucharon sin frenesí haciendo que suelte un jadeó.

Mierda, mi intimidad ardía a horrores, sin obviar el hecho de que estaba muy mojada.

Jungkook agarró mis muslos y me elevó haciendo que mis piernas queden alrededor de sus caderas. Me sostuve de sus hombros y ladeé mi cabeza para profundizar mucho más el desesperado beso. Con una de mis manos empecé a jalar de su cabello haciendo que el jadeé encima de mis labios, aquel jadeó solo hizo que mi cuerpo se encendiera más.

— J-jungkook — Gemí su nombre sin poder evitarlo y el gruñó en respuesta.

Sus dedos se apretaron en la piel de mis muslos desnudos, (Ya que tenía un short) y sabía que dejaría una pequeña marca roja. Mordí su labio inferior siendo cuidadosa con su piercing y luego lo succioné haciendo que el jadeé.

— Jeon, ya estamos.... — Me separé de inmediato de Jungkook y miré la entrada.

Mis ojos se abrieron como platos al ver a todos los amigos de él en la entrada, e incluso estaba Jia quién me miraba pícara. Mi verguenza inundó mi sistema y me baje de un solo brinco. Bajé la mirada avergonzada y jugué con mis dedos.

— Como odio cuando interrumpen en el mejor momento — Mi cuerpo tembló al escuchar su voz ronca y enojada.

Dios, sentía que aquí mismo iba a tener un orgasmo.

— Ups, lo lamentamos. Nunca imaginamos que tendrías acción — Escuché la voz de Suga con picardía.

— ¿Qué mierdas hacen en mi casa? — El realmente se escuchaba molesto.

— Vamos de fiesta, ¿Lo has olvidado? — Levanté la mirada mirando a aquel chico de sonrisa radiante.

Creo que el se llama Hoseok, el que tenía sonrisa deslumbrante y siempre parecía feliz.

— Ann, ¿No tienes nada que decir? — Reprendí a Jia con la mirada y ella sonrió ladina.

Todos ellos fijaron su mirada en mi haciéndome sentir muy pequeña e incómoda. Carraspeé mi garganta y dije lo primero que llegó a mi mente.

— Me gustaría ir de fiesta — Murmuré.

— Bien, iremos de fiesta — Dijo Jungkook a mi lado.

Lo miré y el agarró mi mano guiándome hasta la segunda planta. Nos adentramos a su habitación y ni siquiera tuve la oportunidad de gritar en sorpresa cuando el me estampó contra la puerta y me besó hambriento. Terminé correspondiendo y adentré mi lengua invadiendo su cavidad bucal. Jadeé cuando el succionó mis labios y luego cuando mordió mi labio inferior.

𝐌𝐚𝐟𝐢𝐚𝐬𝐚 𝐩𝐚𝐬𝐞𝐬𝐢𝐯𝐚 |𝐉𝐮𝐧𝐠𝐀𝐚𝐚𝐀 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora