Mi RD ⤛ Harry Potter

#3

April se despertó bien temprano. Las clases comenzaban y no quería llegar tarde. Estaba muy ilusionada, serían sus primeras clases por fin.
Cuando bajó a la sala común, se fijó en cada detalle puesto que anoche estaba tan cansada que ni se paró a verlos.
- Verdaderamente la sala común de Slytherin es increíble... No me la esperaba así, más oscura tal vez.

- ¿Verdad que si?

April se sobresaltó.

- ¿Cómo sabes lo que estaba pensando Theo?
- Piensas un poco alto April - dijo riendo.

April se puso colorada, ¿en serio había pensado en voz alta? Tendría que tener más cuidado la próxima vez.
Era miércoles por tanto, tenía herbología a primera hora y a última la que más le apetecía, Defensa Contra las Artes Oscuras. Tenía mucha intriga por esa clase.

- Voy ya a clases Theo, ¿vienes?
- Claro, dame 3 minutos, voy a sacar a Zabini de la cama, se ha quedado dormido seguro. Es costumbre en el, asi que no me sorprende.

April asintió riendo, aunque esperaba que no tardaran mucho, no quería llegar tarde ya en su primer día.

- ¡Aquí estamos Pril, logré despertar al bello durmiente! -dijo contento mientras sacaba a Blaise tirándole de la manga de su túnica.
- ¡Vamos ya chicos, o llegaremos tarde!

A paso apresurado, y guiando a April porque aún no conocía el lugar, llegaron al invernadero, y entraron. Era un lugar bastante amplio, todo lleno de macetas y plantas de distintos tipos. A April le gustó bastante, estaba deseando comenzar la clase. Cuando miró hacia uno de los lados, vio a la profesora Sprout a punto de empezar a dar clase, por lo que fue hacia allí.

- Alumnos de segundo, acercaros.

Los alumnos dieron un paso adelante y se colocaron rodeando cada una de las macetas que había.
April pudo distinguir a Harry hablando con una chica de cabello rizado y un chico pelirrojo.

- Hoy replantaremos Mandrágoras. ¿Alguien podría decirme algo de ellas?

La chica que estaba hablando con Harry levantó la mano y comenzó a dar la explicación.

- La mandrágora, o mandrágula se utiliza para curar a la gente que ha sido petrificada, pero también es peligrosa, pues su llanto es fatal para los que lo oyen.
- Muy bien señorita Granger, 10 puntos para Gryffinfor. 

- Antes de empezar, poneros bien las orejeras, no queremos que os desmayéis - esperó a que todos se las pusieran y continuó con la explicación. Una vez puestas, cogemos a la Mandrágora de esta manera, la ponemos en la maceta y empezamos a echarle la tierra. Ahora vosotros, adelante.

Los chicos siguieron los pasos. Draco intentó hacerse el gracioso y acabó siendo mordido por su Mandrágora, cosa que hizo reír al resto y consiguieron una mirada de desprecio por parte del rubio.
Por otra parte, Neville, el chico que había conocido April en el tren, se desmayó, cosa que dejó a April algo preocupada.

- El señor Longbotton no se había puesto las orejeras -dijo la profesora volteando los ojos.
- No profesora - respondió otro chico de Gryffindor. Si que se las ha puesto, se ha desmayado.
- Bueno, dejarlo ahí, sigamos -dijo restándole importancia.
- Theo, ¿oyes algo? Estos bichos no paran de gritar. ¡Son lo peor!
- Relaja Zabini, hasta April lo lleva mejor que tú y acaba de llegar -ríe.
- No es que lo lleve mejor, es que cuanto antes la replante antes se callara.
- Definitivamente lo lleva mejor -asintió el Slytherin.