Capítulo 45: Una Locura

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Se llevó la mano a la zona lumbar, bufando adolorido, y se sentó en el sofá, echando la cabeza hacia atrás y cerrando los ojos. La espalda lo estaba matando. Una visita a un fisioterapeuta sonaba de puta madre.

- Era la última caja, creo - murmuró el otro hombre, entrando al salón. - Antes del fin de semana vendrá el camión con los muebles y el técnico para montarlo todo.

- Deja de hablar de la mudanza, por favor - bufó el castaño, pasándose las manos por el pelo.

El chico de pelo rizado se rio y se sentó a su lado en el sofá, adoptando la misma postura que él. Los dos estaban agotados, pues llevaban días y días enviando y recibiendo cajas de Italia, volando de un lado a otro para cerciorarse de que todo estaba en orden, visitando tiendas para comprar el mobiliario que estuviese a gusto de ambos, y buscando compradores de la casa en Italia.

Northampton era una ciudad enorme, muy poblada, pero muy bonita. Por ello pensaron que era una genial opción para vivir. Eso sí, su casa era una especie de rancho a las afueras, rodeado de campo y con vistas a un magnífico lago, de modo que los ajetreos de la ciudad les quedaban lejos.

El terreno que compraron entre los dos era pequeño, en realidad. Sólo comprendían la casa, y bastante espacio de jardín rodeando toda la residencia. El porche era amplio y vistoso, y contaban con un garaje en el que cabían al menos dos coches. La casa era de un material beige con acabados blancos y lustrosos, además de madera clara para algunos remates. También era luminosa, porque tenía grandes cristaleras y muchas ventanas. Eran tres plantas de puro estilo y lujo hasta cierto punto.

- ¿Oyes eso? - Habló Lando de pronto.

Carlos lo miró con una ceja enarcada. Lo único que el español pensaba era en lo mucho que le dolía el lumbago.

- ¿El sonido de la decadencia física a causa de la edad? - Ironizó el castaño, mirando a su prometido. - No oigo nada, ángel.

- Exacto.

Sonrió felizmente y respiró hondo, maravillado con su nuevo hogar. La temporada 2022 había terminado al fin, con Carlos segundo en el mundial de pilotos y un Ferrari arrepentido de haber puteado durante toda la temporada a su piloto más eficiente y constante. Pero ahora, en diciembre, ya todos sabían lo que acontecería en 2023: Sainz firma con Mercedes por dos años para sustituir a Lewis Hamilton, que se retiraba por motivos personales y familiares. Y a su vez, se anunció lo esperado: Lando de vuelta a McLaren para esa misma temporada. Las alineaciones serían Sainz y Russell, y Palou y Norris.

En realidad, el inglés había hecho un contrato muy pretencioso con la escudería papaya a la vez que con Red Bull. Si durante la temporada 2023 McLaren no cumplía las expectativas, lo dejarían marchar, y RB lo tendría que recibir con los brazos abiertos de cara al 2024.

Vivir en Northampton era completamente estratégico. La ciudad estaba en un punto medio entre Brackley, donde estaba la sede de Mercedes, y Milton Keynes, donde estaba la fábrica de Red Bull. Su nueva casa estaba a aproximadamente media hora de ambos lugares, por lo que era ideal si alguna vez se daba la ocasión de que ambos pilotos trabajaran para esas escuderías simultáneamente. Aun así, Woking estaba a dos horas de allí, por lo que Lando tendría que pasar al menos un año tomando trenes de ida y vuelta.

Pero no le daban importancia a todo aquello. Lo principal, era que tenían su futuro amarrado, tenían una casa propia que era de ambos, y estaban empezando a formar un verdadero hogar que fuese de los dos por igual. Estaban comprometidos, tenían casa, y cuando se establecieran en ella se pondrían manos a la obra con la boda, la cual celebrarían en el parón de verano de 2023 si todo salía acorde a lo planeado.

- ¿Tienes hambre? - Murmuró Carlos levantándose y haciendo una mueca de dolor. - La cocina es impresionante, y con todo lo que he comprado esta mañana, te puedo hacer lo que quieras - habló muy ilusionado ante aquella idea.

2# Voraces || CarlandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora