Carlos miraba en silencio el semblante tranquilo de su chico. Llevaba durmiendo toda la tarde. Tras soltar aquella bomba, se quedó dormido, y así llevaba ya tres horas. Al español le rugía el estómago, pero se negaba a dejar solo al chico.
La tele, la cual había encendido hacía un rato para no aburrirse, narraba las noticias del día. Estaba en voz muy baja para no despertar al joven, pero Carlos la oía perfectamente. De todos modos no le prestaba demasiada atención, estaba más centrado en el inglés. Pero hubo una noticia que consiguió captar todo su interés.
- Y ahora, en noticias de última hora: hallan un coche totalmente destrozado al pie de una colina.
<<Esta mañana, alrededor de las ocho, un coche perdió el control por el agua de la lluvia y cayó montaña abajo. En el coche iban tres personas, dos de ellas se encuentran en estado grave y la tercera ha fallecido a causa de las heridas.
<<Se cree que el conductor era el mismísimo Lando Norris, piloto de Fórmula 1 para la escudería McLaren, pues testigos alegan que lo vieron marchar de casa de sus padres con el vehículo siniestrado. Los dos acompañantes podrían ser su padre, Adam Norris, y el padre de su esposa Mandy, Alan White. Aún no se sabe cuál de los tres es el fallecido.
Carlos apagó la televisión. Suficientes noticias por ese día. Suspiró y miró a su chico. Las noticias ya lo sabían. Era cuestión de tiempo que el verdadero caos comenzara. Además, al español no le gustó aquello de que había un fallecido. Tenía muchas preguntas, demasiadas. No entendía por qué Lando había querido que pareciese un accidente. Comprendía los problemas que tenía con su padre, pero no era capaz de ver mucho más allá. Cuando despertara, le haría muchas preguntas, porque estaba seguro que cargar con una muerte no era algo que el ojiverde deseara.
Encendió su teléfono y miró si tenía mensajes. Caco y Lucía le preguntaban por separado si ya estaba en Italia. Les respondió a ambos que no, que le había salido un imprevisto y que no había cogido el vuelo, que ya les contaría todo.
Cuando alzó la mirada del móvil, vio que Lando tenía los ojos abiertos.
- Buenas tardes, Bella Durmiente - se burló el español, sonriéndole.
- Hola - bostezó y sintió que el pecho le ardía.
- No te muevas - le riñó con cuidado el español. - Tienes una costilla rota, debes que guardar reposo. Y reza para no resfriarte, porque como estornudes vas a ver a Dios - bromeó haciéndolo sonreír.
- ¿Entonces no me puedo mover nada?
- Lo mínimo posible. La única forma de que se cure es estarte quieto. Pero supongo que tendrás que levantarte a mear y esas cosas.
- Ajám... - Lando se miró el hombro y suspiró.
- Tampoco puedes moverlo - se adelantó a decir Carlos, viendo que el inglés miraba con curiosidad su articulación. - Ese cabestrillo va a ser amigo de tu hombro durante un buen tiempo...
- Al menos ahora está en su sitio - masculló, sintiendo náuseas al recordar la imagen de su hombro desencajado. - ¿Cuándo me podré ir?
- Un mes como mucho.
- ¡¿Un mes?!
- ¡Casi te matas, imbécil!
Aunque quería sonar menos brusco y decirlo en un tono más bromista, no le salió. Pareció una reprimenda más que un chiste.
- Lo siento - murmuró el inglés apartando su mirada.
Carlos suspiró. No quería reñirlo. No quería que se sintiera mal. Se mordió el labio y murmuró lo que le rondaba la cabeza hacía rato.
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2# Voraces || Carlando
Fiksi PenggemarVoraz: 1. Dicho de una persona que come mucho o con mucha ansia. 2. Que destruye o consume rápidamente. 3. Que consume con deseo muy intenso. // Segundo libro de la Bilogía Indecentes. // Fecha de publicación: 10 de diciembre de 2022. // Fecha de fi...