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Porque todo lo que necesitaba / Lo he sabido por mucho tiempo / Somos tú y yo / Y así es como se supone que debe ser

Porque todo lo que necesitaba / Lo he sabido por mucho tiempo / Somos tú y yo / Y así es como se supone que debe ser

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Estaba previsto que los Baker llegaran después de comer, a la una. Harry estaba tan nervioso que apenas podía comer. Tom tuvo que darle prácticamente de comer para que terminara su plato.

Antes de que llegaran los Baker, Tom se coló en el despacho de la señora Cole, escondiéndose bajo el escritorio. En caso de que las cosas se torcieran y los Baker quisieran llevarse a Harry a casa, después de todo, Tom actuaría sin piedad.

Saludaron a los Baker y se sentaron enseguida en el sofá de dos plazas que la señora Cole había colocado a lo largo de una pared. Tom se asomó bajo el escritorio para echarles un vistazo. Parecían perfectamente normales. La señora Baker tenía el cabello castaño corto y una sonrisa alegre. El señor Baker llevaba un par de gafas finas como alambres.

La señora Cole mandó a Harry a la habitación solo. Siempre intentaba mantenerse al margen en la medida de lo posible.

Harry entró con confianza, estrechando la mano de los Baker. Llevaba un cuaderno.

—El señor y la señora Baker, supongo — preguntó Harry, sonando tan adulto y serio que Tom supo de inmediato que estaba tramando travesuras.

El señor y la señora Baker se miraron con expresión perpleja.

—Sí, somos nosotros —dijo la señora Baker. —¿Eres Harry? —preguntó.

—No estoy seguro de lo que le han dicho sobre esta entrevista, señora, pero yo haré las preguntas —dijo Harry, abriendo su cuaderno. ¿Era ese el intento de Harry de ser grosero y desagradable? No tenía ni idea de lo adorable que era si pensaba que eso iba a funcionar. Tom entrecerró los ojos. —Ahora, ¿qué clase de niño están buscando?

El matrimonio Baker se miraron confusos.

—Dios mío, esto es bastante inusual —exclamó el señor Baker.

La señora Baker levantó una mano en un gesto obvio que significaba: "vamos a darle el gusto al niño".

—Queremos que seas exactamente quién eres —señora Baker.

—Yo no, señora. Me refiero al niño que quiere adoptar. ¿Qué es lo que busca?

Una pausa. Los Baker intercambiaron miradas de desconcierto.

—Supongo que queremos un niño aplicado, trabajador y humilde —dijo el señor Baker.

—Un niño que pueda compartir nuestra fe. Un niño amable —añadió la señora Baker.

—¿Buscan específicamente un hijo varón?

—Supongo que anticipamos a un niño —dijo la señora Baker. —Pero estoy abierta a una hija.

El señor Baker asintió con la cabeza.

—¿De qué edad? ¿Están decididos por los siete?

—No nos importaría subir y bajar unos años. Aunque nuestra casa está más preparada para un niño de unos siete años.

Holly & YewDonde viven las historias. Descúbrelo ahora